Estampidas de fe y devoción
Miles de fieles demuestran en Jerez que puede vivirse también con intensidad la Semana Santa sin sacar los pasos a la calle

Colas de personas rodeando este Viernes Santo la Ermita de San Telmo / Radio Jerez CADENA SER

Jerez de la Frontera
Por si quedaba alguna duda. Si existían sospechas de cómo podría afectar entre los cofrades la travesía del desierto y la inactividad durante más de un año por mor del Covid, todo ha quedado disipado esta Semana Santa. La movilización ordenada, salvo contadas excepciones, y las estampidas controladas de fe y devoción han sido constantes a lo largo y ancho de otra Semana de Pasión que nos deja de nuevo en el debe la ausencia de procesiones.
Las juntas de gobierno y mayordomías de las corporaciones se han dejado literalmente la piel para corresponder de la mejor forma al interés de hermanos, devotos y curiosos durante las largas jornadas. Colas interminables que rodeaban los templos y que abarcaban hasta dos y tres manzanas han sido muy habituales. Y eso que el cierre perimetral interprovincial dejaba abiertas otras alternativas de ocio como la costa y la sierra, pero han sido mayoría los que se han inclinado por disfrutar la Semana Santa desde otra perspectiva desconocida hasta ahora.
Las largas filas de personas han sido protagonistas, pero también las iniciativas de peñas flamencas y entidades por reforzar el protagonismo de la saeta, la oración cantada que en Jerez tiene ese eco tan singular. A diario, muchos de los titulares han sido visitados por saeteros que han puesto en valor otro de los elementos identificativos de la Semana Santa de Jerez.
Pero la fe y devoción no sólo se ha demostrado en las visitas a las imágenes. Las celebraciones propias del Domingo de Ramos, las misas de hermandad, los vía crucis, las visitas a los Sagrarios y los Oficios del Jueves, Viernes y Sábado Santo, respetando las restricciones en los aforos, han contado con el respaldo de miles de fieles, que han demostrado que puede vivirse también con intensidad la Semana Santa sin sacar los pasos a la calle.