Así afecta el bloqueo del Canal de Suez a Aragón: los productos cárnicos y la alfalfa
En el mes de abril habrá carencia de contenedores vacíos, alrededor del 40%. La consecuencia será el aumento del precio en la cesta de la compra
Zaragoza
Un incremento del precio de los envíos: esta será la principal consecuencia del bloqueo en el canal de Suez de los últimos días. Así lo reconoce una de las principales cárnicas aragonesas, Fribin, que se ha visto afectada por esta situación. No obstante, creen que el problema llegará ahora en abril cuando no haya disponibilidad de contenedores vacíos. Consideran que, en este tiempo, pueden llegar a faltar hasta el 40% de los que son necesarios.
Aunque poco a poco se empieza aliviar el atasco en el canal de Suez, la situación vivida en estos días ha interrumpido todo el tráfico con Asia. Un impacto importante en productos perecederos. En el caso de la cárnica, se espera que en ese sentido no haya perdidas porque va congelado, de vacuno y de porcino.
Lamberto Mallén, director general de transformación de Fribin, explica que "al ir congelado, el producto no tiene por qué problema en este sentido porque el ciclo de vida es largo", pero "sí que es verdad que el impacto económico" se refleja en el "flujo de caja, en tener que dar explicaciones a los clientes por los retrasos".
El principal problema dice vendrá ahora: "Estamos trabajando con una serie de indicadores que nos muestran que aproximadamente, durante el mes de abril, pueden faltar en torno al 40% de los contenedores reefer vacíos para poder ser cargados".
O lo que es lo mismo: "Estamos barajando estimaciones de incremento de precios considerables para el mes de abril por un descenso de la oferta de contenedores y un demanda sostenida en el tiempo", apunta Mallén. Y la consecuencia será clara: "El precio de los contenedores subirá y subirá el importe de la cesta de la compra".
El mercado de la alfalfa
Otro de los sectores que puede verse afectado por este bloqueo en el canal de Suez es el de la alfalfa aragonesa. Sería un problema más a su situación, ya que, a la espera de conocer oficialmente los datos que se cerrarán en unos días, este sector ya ha visto como en este año de pandemia han caído considerablemente las exportaciones.
Las dificultades logísticas para su transporte han sido la principal causa, por lo que ya han pedido a Europa que se faciliten estos trámites.
Aragón es la mayor exportadora del país. La situación, como señala, Luis Machín, director de AEFA, la Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa Deshidratada, es preocupante. "Con todo el tema del covid, el año ha empezado muy complicado el transporte marítimo", con "poca disponibilidad de barcos y contenedores".
Y es que los principales mercados a los que iba dirigida nuestra alfalfa se han visto mermados. "Principalmente, vendemos en Oriente Medio, a Emiratos Árabes Unidos (45%), Arabia Saudí y Jordania", enumera.
A la pandemia habrá que sumar el daño, todavía por cuantificar, del bloqueo en el canal de Suez. De momento, lo que está claro es que las exportaciones han caído de forma notable.
"El principal producto que se exportaba antes de la pandemia, las balas de alfalfa deshidratada, en el año natural han caído en torno a unas 120.000 toneladas en relación a la campaña pasada; y se han exportado más los pellets - que se pueden transportar en bodega-", explica.
Defienden el importante papel que juega este cultivo para frenar la despoblación rural, dando empleo a un buen número de trabajadores, por lo que ya han dirigido una carta a Bruselas para solucionar algunos de los problemas vividos este año".