Generación AstraZeneca

Asturias

Desde hace más de cuarenta años, los que ya son solo memoria, por el SIDA por las drogas, y los que aún conservan el pellellu, los de las últimas quintas del Bachillerato de Sexto y COU y las primeras del BUP, la generación propiamente de la Constitución del 78, venimos dando la cara contra el fracaso de nosotros mismos y de los demás. Y aquí estamos, ahora ya casi todos vacunados con AstraZéneca para seguir impidiendo que nos echen a un lado, aunque ponemos siempre el intermitente a la derecha. Nos cambiaron los planes de estudios, nos dejaron fuera de los primeros planes de empleo, fuimos los que votamos no a la OTAN, hicimos la primera huelga general de este nuevo período de democracia tutelada y respaldamos las siguientes, no aguantamos ni a Felipe González ni a José María Aznar. Ahí hablo por mí. Somos másteres, algunos bimásteres, además de licenciados, por alguna universidad pública que no es la Juan Carlos I. Nos engañaron con el rey emérito-exiliado y, aunque tragamos al principio, desde que abrió la boca, su sucesor es para nosotros un anacronismo que además está muy mal asesorado. A una buena parte, nos llevó por delante, después de haber chupado paro y desempleo al principio de nuestra vida laboral, colas del kafkiano INEM, la crisis de finales de la primera década del siglo XXI, aunque a veces sospechamos que estamos en el XX. Uno de los de nuestra quinta, creo haber dicho que siempre damos paso, llegó a La Moncloa y se fue abnegado, anegado de tantu virus real e inventado.