Victoria en el OAKA griego y séptima plaza en la tabla

Vitoria

Que el baloncesto griego ha bajado de quilates se demuestra con el hecho de que, por primera vez en la historia, ningún equipo heleno va a estar en los cuartos de final de la Euroliga. El Panathinaikos, sin opciones, recibía a un TD Systems Baskonia que se jugaba sus posibilidades de clasificación para el Top-8. Con Kattash en el banquillo, quedaba la incertidumbre del rendimiento del equipo del trébol. Los vitorianos llegaban en buen tono, con ocho victorias en los últimos nueve partidos, aunque venían de perder de mala manera en liga con el Herbalife Gran Canaria por 78-99. El conjunto vitoriano no ganaba en el OAKA desde 2016.

Sorprendió Ivanovic metiendo en el quinteto inicial a Diop pero los atenienses tienen bastante altura en cualquier apuesta sobre la cancha. Panathinaikos comenzó mejor con un Hezonja imponente físicamente. Dos triples consecutivos de Sant-Roos y Mitoglou abrieron un poco de brecha (6-2). Para el minuto 5, Ivanovic ya estaba jugando sin pívots natos. Sacó del partido a Diop y metió en la cancha a Alec Peters. Entre Polonara (3/3 en triples) y el propio Peters (2/2 desde esa distancia) consiguieron un buen parcial final y se fueron al intercuarto por 21-25. Un 2+1 de Henry también ayudó lo suyo.

Los vascos comenzaron mejor en la segunda entrega (23-30), en gran medida porque no fallaba los triples y Panathinaikos cometía pérdidas ridículas. Pero Mitoglou llevaba 14 puntos en 15 minutos. Una antideportiva a este jugador y una técnica a Kattash permitieron el 27-37 del minuto 15. Se las prometía muy felices el Baskonia pero los atenienses hicieron un buen parcial y se pusieron 41-44. Al descanso del partido, los de Ivanovic ya conocían las derrotas del Zenit y del Real Madrid por lo que una victoria en Atenas les metía en puestos de Top-8 para depender de sí mismos en las dos últimas jornadas ante el EFES en Vitoria y con el Valencia en la Fuente de San Luis. 41-49 en el intermedio.

Con ese impulso lógico del optimismo, el TD Systems llevó la iniciativa tras regresar del vestuario (43-58, min. 24) con un Polonara excelso que llevaba 5/5 en triples en el 25. Falló el sexto y se terminó el sueño de emular al lituano Stombergas que llegó a firmar, en este mismo escenario, un 9/9 con la elástica baskonista. Sant-Roos amagó con 6 puntos consecutivos pero, una nueva técnica a los del trébol y un buen final de cuarto, condenó casi de forma definitiva a los atenienses. En el palco, Diamantidis y Alvertis rememoraban mejores tiempos para la franquicia helena. El tercer periodo terminó con un 59-72 bastante tranquilizador. Los de Ivanovic tenían que perder el último periodo por 14 de diferencia.

Y eso no ocurrió porque, en los primeros 4 minutos de la entrega final, ya ganaban por 63-83. Para entonces, firmaban un 14/19 en lanzamientos triples. En ese momento se vio quién se jugaba algo y quién estaba pensando en irse a cenar. La noche fue redonda para un Baskonia que no sólo consiguió la victoria ante los verdes sino que también se metió en los puestos de playoff. La máxima fue de +21 con el 66-87 del minuto 35. Las grandes estrellas de la noche fueron el italiano Polonara y el lituano Giedraitis. También Dragic en anotación y Henry en asistencias. Y, por supuesto, un enorme Ivanovic que supo gestionar de maravilla el planteamiento y las rotaciones. Victoria y séptima plaza en la tabla aunque Zenit tiene un partido pendiente de jugar, precisamente contra los atenienses en Rusia.

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PANATHINAIKOS 82: Sant-Roos (14), Papapetrou (3), Hezonja (14), Mitoglou (22) y Auguste (0) -quinteto inicial-; Mack (3), Bochoridis (8), Papagiannis (7), White (0), Bentil (11) y Kaselakis (0).

TD SYSTEMS BASKONIA 97: Henry (11), Giedraitis (25), Sedekerskis (4), Polonara (22) y Diop (0) -quinteto inicial-; Vildoza (4), Peters (9), Dragic (22) y Kurucs (0). No jugaron ni Raieste ni Fall.

PARCIALES: 21-25, 20-24, 18-23, 23-25.

ÁRBITROS: Belosevic, Paternico y Nedovic. Sin eliminados en ninguno de los dos equipos que disputaron el choque.

PABELLON: OAKA. Sin público por los protocolos del coronavirus. Se vio una pancarta, en un lateral, de un aficionado del Panathinaikos asesinado hace unos años por los ultras del Olympiacos. En el palco estaban Diamantidis y Alvertis.