Vergüenza ajena (1-2)

Córdoba

El Córdoba selló el fracaso de su temporada en su enésimo ridículo del año y ojo, porque del fracaso se puede pasar a la tragedia si este equipo no es capaz al menos de mantener la categoría, accediendo a una de las dos plazas que hay en juego para estar la Segunda B Pro el año que viene.

Los blanquiverdes, una vez más, se dejaron remontar un partido que tenían ganado en apenas 2 minutos. El Betis empató en el minuto 90 y marcó el segundo un momento después ante un equipo descompuesto, sin alma, sin ganas, sin actitud y sin vergüenza torera.

Y no fue el peor partido del Córdoba este año, que quizá es lo que más duele. Es más, la primera parte fue de las mejores que se le han visto esta temporada. La pregunta es por qué se tiró todo por la borda en una segunda parte lamentable.

Además, para que el drama fuera completo también hubo dos lesiones importantes (Traoré y Del Moral), se acabó con diez porque no se pudo realizar un cambio por agotar las ventanas y la afición acabó muy enfadada y resignada.

Ahora toca recomponerse, porque la temporada no ha terminado. Quedan seis partidos en los que el Córdoba tendrá que jugarse no perder la categoría, o lo que es lo mismo, acabar entre los dos primeros del grupo en el que tendrá que competir.

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Por último, recordar que a principios de temporada se vendió desde la dirección deportiva que cada partido perdido debía interpretarse como un fracaso y que la plantilla era la mejor de toda la categoría. Si a estas personas les queda dignidad profesional (y entendiendo que todo el mundo tiene derecho a equivocarse), Valenzuela y su equipo deberían presentar la dimisión hoy mismo.