Esperando al turismo
La apertura del interior de la hostelería y de las fronteras interprovinciales dan esperanza al sector
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¿Una Semana Santa sin procesiones y sin visitantes?
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Zamora
En el pasado, a estas alturas del año, cuando faltan pocos días para Semana Santa, lo normal era hablar de las previsiones de ocupación en los alojamientos hoteleros, de los precios disparados esos días, de las previsiones del tiempo......lo habitual en visperas de una semana en la que Zamora multiplica su población. Este año sin embargo contaremos las visitas no por miles sino por decenas y eso, como se suele decir, dando gracias, porque hasta hace unas pocas semanas no eran posibles los desplazamientos entre provincias en Castilla y León.
La positiva evolución de la pandemia ha permitido levantar el cierre perimetral interprovincial y la apertura del interior de la hostelería con lo que, desde hace días, ya es posible ver de nuevo a viajeros, (pocos y sobre todo de fin de semana), en Zamora. Parece evidente que la recuperación de las cifras del pasado esta aún lejos, aunque ya hay alojamientos turísticos con buenos datos de ocupación para el Jueves y el Viernes Santo.
Turismo interior de visitantes de Castilla y León que, obligados por el cierre perimetral, no tienen otra posibilidad que organizar escapadas para conocer la comunidad; es el caso de Marta e Iván una pareja de Burgos que, aprovechando unos días de vacaciones, ha organizado una ruta de casi una semana por la provincia incluyendo la capital, Toro, Sanabria, Los Arribes o las Lagunas de Villafafila: “Teníamos pendiente conocer Zamora y es cierto que a veces planeas viajes a lugares más conocidos y no das oportunidad para descubrir sitios que igual has pasado por alto y esta situación es una buena excusa para hacerlo”, reconoce esta pareja, a la que encontramos en la Plaza de Viriato a punto de realizar una visita guiada, junto a otras dos personas, completando casi el cupo máximo de cinco personas que se permiten en estos tiempos de pandemia.
Una visita guiada de dos horas de duración conociendo el casco histórico y el románico en compañía de Begoña Blanco, guía de turismo en Zamora desde hace más de 20 años: “Los días de diario aún son muy escasas las visitas aunque el domingo pasado, por ejemplo, tuvimos dieciséis personas. Todos tenemos ganas de viajar y se nota que poco a poco está viniendo gente”, afirma esta profesional del sector que recuerda la ilusión con la que realizó, hace un par de semanas, la primera visita guiada después de meses de inactividad.
Una ligerísima recuperación que da cierta esperanza al sector, más que nada porque se viene de una situación desastrosa y comenzar a recibir reservas supone una inyección de ánimo para hoteles, hostales o restaurantes.
No obstante la realidad sigue siendo muy dura y no es seguro que con esta pequeña recuperación el sector ligado al turismo vaya a aguantar. Es la impresión de Blanca una joven zamorana que junto a su pareja lleva la gestión de un hostal de la ciudad: “No creo que sea suficiente sobre todo porque las ayudas siguen sin llegar en la medida en que necesitamos, pero es cierto que recibir de nuevo clientes supone un impulso para seguir luchando por nuestros negocios”, asegura.