El gerente de La Tortuga Azul se defiende: "El desalojo se hizo de forma caprichosa, peligrosa y temeraria"
Juan José Márquez niega que el establecimiento estuviera abierto "fuera del horario permitido" o que se incumpliese el aforo en una terraza de "más de 4.000 metros cuadrados"
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Imagen de las terrazas del complejo de ocio ubicado en la calle Jerez. / Tortuga Azul
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Linares
La dirección de La Tortuga Azul, en Linares, ha querido explicar su versión de los hechos tras el desalojo producido, en su terraza, el pasado sábado 13 de marzo. En primer lugar, muestra su desacuerdo con las formas en las que, efectivos de la Policía, realizaron esta operación en la que procedieron a desalojar a 733 personas que se encontraban en el recinto. Este espacio al aire libre, indica Juan José Márquez, gerente del establecimiento, "tiene más de 4.000 metros cuadrados" por lo que, con la gente que allí se encontraba "no se superaba el aforo permitido".
La crítica de Márquez es directa al método empleado en un desalojo que se hizo "de forma caprichosa, peligrosa y temeraria" ya que, en su opinión, ocasionó un cuello de botella en la puerta "mucho más peligroso ante posibles contagios" que el que pudiera haber existido en el interior. Desmiente también que la terraza estuviera abierta fuera del horario que marcan las autoridades porque "el desalojo se produjo desde las 19:14h de la tarde" aunque, sobre el comportamiento de los clientes, el responsable de este negocio reconoce que siempre se pueden hacer las cosas mejor para controlarlo: "Tenemos que estar constantemente recordando que se separen o que se coloquen las mascarillas adecuadamente y, aunque no somos policías de nadie, seguiremos trabajando para que esto se cumpla".
No en vano, asegura que harán un "gran esfuerzo" para reforzar la seguridad y el distanciamiento social con la instalación de mesas altas, evitando así las reuniones con más personas de las permitidas en cada una de ellas. De igual forma, Juan José Márquez señala que, en los próximos días, procederán a la instalación de otra zona de venta de bebidas con el fin de que no se repitan las aglomeraciones de gente que "ni siquiera nosotros esperábamos... nos vimos desbordados", apunta.
Matiza, además, que lo del sábado no era una fiesta como tal, sino "un sábado por la tarde más en el que abrimos como cualquier otro establecimiento, cafetería o bar de la ciudad". Todo en una terraza, según detalla, "con todos los permisos pertinentes y en orden" desde los últimos 40 años. Sobre las críticas recibidas por parte del propio gremio de hosteleros lamenta que se hayan producido "sin contrastar toda la información" aunque, según insiste, otras entidades como la Asociación de Comerciantes e Industriales de Linares "nos han mostrado su apoyo sin fisuras", sentencia el gerente de La Tortuga Azul, Juan José Márquez.