El gatillazo de Tudanca

La opinión de Ángel Santiago Ramos (12/3/2021)
01:56
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
León
Salvo un milagro, la moción de censura promovida por el líder socialista en la Comunidad de Castilla y León, Luis Tudanca, no tiene visos de que vaya a prosperar. Será pues, un gatillazo del secretario regional del PSOE que sigue dando muestras de no haber aceptado su derrota en el proceso parlamentario a la hora del acceso a la presidencia de la Junta.
Su victoria electoral, con 35 procuradores de un total de 81, matemáticamente no le sirvió para sumar la mayoría necesaria para cumplir un sueño que tiene fecha de caducidad. Una tercera vez de candidato no parece que sea la mejor opción socialista para alcanzar un gobierno regional que llevan sin oler desde el año 1978.
Promover ahora, sin apoyos suficientes, en plena pandemia, una iniciativa fallida es un acto de irresponsabilidad que obedece más a un ataque de nervios y a una mala lectura del tablero de juego que a la serenidad e inteligencia que se le debe suponer a un buen político.
La mitad del mandato del gobierno de Mañueco-Igea se lo han pasado mayoritariamente dedicados a combatir el coronavirus y con éxitos y fracasos similares al resto de los gobiernos regionales, incluido el gobierno de España. No hay mucha más tela donde cortar un traje alternativo a otras políticas. Y escuchando los argumentos de Tudanca para este viaje uno no encuentra mucho más que fuegos artificiales que sirven tan sólo para una placentera dialéctica parlamentaria.
Que esta comunidad precisa con urgencia un cambio de política que repare los vicios de 35 años de gobiernos conservadores que ya no saben, ni quieren, ni pueden cambiar de registro, no es este un motivo que justifique una algarada legítima que no tiene más recorrido que el fracaso.