Perdonan dos millones a un empresario gijonés que avaló a una sociedad que quebró
El titular del Juzgado de lo Mercantil ha aplicado la Ley de Segunda Oportunidad al comprobar la inexistencia de bienes y que no fue condenado por sentencia firme en varios delitos
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El auto recalca que previamente se intentó la celebración de un acuerdo extrajudicial de pagos con sus deudores / Getty Images
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Gijón
Un juez de Gijón ha aplicado la Ley de Segunda Oportunidad a un empresario al que ha eximido del pago de una deuda de más de dos millones de euros que contrajo por avalar las operaciones de una sociedad de la que era administrador y que fue declarada en concurso de acreedores. El titular del Juzgado de lo Mercantil número 3 de Gijón ha emitido un auto por el que libera al empresario de la deuda tras comprobar la inexistencia de bienes y derechos realizables con los que pudiera afrontar su pago.
El abogado José Luis Orejas Pérez promovió ante el juzgado la declaración de concurso consecutivo voluntario para que se acogiera al Beneficio de la Exoneración del Pasivo Insatisfecho (BEPI) y el magistrado-juez ha acordado condonarle la deuda tras constatar que cumplía todos los requisitos de la Ley Concursal. Orejas ha explicado que la Ley de segunda Oportunidad, fue aprobada en 2015, es aún "una gran desconocida y puede solucionar la vida a muchas personas". A su juicio, el auto es muy importante no sólo por la elevada cuantía de la deuda que mantenía sino porque además podrá recuperar su solvencia, así como la tranquilidad y estabilidad financiera que buscaba desde hace cinco años.
José Luis Orejas, abogado que ha conseguido eximir a un empresario de su deuda
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El magistrado-juez resalta en el auto que puede concederle este beneficio al tratarse de un deudor de buena fe y que no fue condenado por sentencia firme por delitos contra el patrimonio, contra el orden socioeconómico, de falsedad documental, contra la Hacienda Pública y la Seguridad Social o contra los derechos de los trabajadores en los diez años anteriores a la declaración de concurso.
El auto recalca además que previamente se intentó la celebración de un acuerdo extrajudicial de pagos con sus deudores y se acreditó la inexistencia de créditos contra la masa y de créditos con privilegio especial y general.
El empresario había avalado las operaciones de una sociedad de la que era socio y administrador que fue declarada en concurso de acreedores en 2016 y desde entonces todas las entidades financieras se centraron en reclamarle sus débitos en su calidad de avalista dado que la sociedad como deudor principal estaba en liquidación concursal.