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Incendios forestales intencionados

El exjefe de voluntarios de Ramales dice que no provocó el fuego, sino que fue "por instinto" a comprobarlo

Se enfrenta a cuatro años de prisión por un delito de incendio forestal agravado

El exjefe de voluntarios de Ramales, Luis Trueba, durante la declaración. / Europa Press (EUROPA PRESS)

El exjefe de voluntarios de Ramales, Luis Trueba, durante la declaración.

Santander

El exjefe de la agrupación de voluntarios de Protección Civil de Ramales de la Victoria acusado de prender fuego en la Sierra de la Alcomba, en el mismo municipio y en febrero de 2019, ha negado s que provocara el incendio: "En ningún momento", ha zanjado. Así, aunque ha reconocido que estuvo en el lugar a la hora de los hechos, ha alegado que fue a la zona tras ver "un resplandor" para "comprobar el incendio", que estaba en una fase "inicial". "Yo, por instinto, voy al incendio", se ha justificado Luis Trueba,en la primera sesión del juicio contra él, que se celebra esta semana en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria.

La vista ha arrancado con la declaración del procesado, que se enfrenta a cuatro años de prisión que pide la fiscal por un delito de incendio forestal agravado, por la extensión de superficie afectada -144 hectáreas- y por las condiciones meteorológicas y del terreno, ya que hacía viento sur y altas temperaturas y la región estaba en alerta por fuegos forestales.

Sin embargo, la acusación pública ha modificado su escrito de calificación inicial para rebajar la cuantía solicitada al implicado para indemnizar al Gobierno por las pérdidas en beneficios ambientales, que pasa así de casi 230.000 euros a más de 86.000. Cambio al que se ha adherido la letrada del Ejecutivo, para el que ambas partes también piden además casi 9.000 euros por los gastos de extinción, en los que participaron medios del Estado.

En la sesión también han declarado, como testigos, los agentes de la Guardia Civil que se encargaron de la investigación y de elaborar los correspondientes informes. Éstos han asegurado que el incendio fue provocado con un acelerante y han señalado que el GPS del vehículo de Protección Civil que conducía le sitúa donde se inició el incendio en el momento aproximado en el que los testigos vieron el fuego.

También han explicado que la declaración de otro miembro de Protección Civil, con el que el acusado ha asegurado mantener una mala relación, les llevó a localizar una garrafa de gasolina en la base de este servicio de emergencia en Ramales, de la que faltaba parte del contenido. El acusado ha admitido que puso una garrafa de gasolina en la camioneta de Protección Civil que llevaba junto a una motosierra para desbrozar en la zona del incendio, aunque ha relatado que después cambió de opinión inmediatamente y la sacó, momento en el que, según su declaración, su compañero le vio con ella.

Y ha alegado que el combustible que faltaba en la garrafa se había usado dos semanas antes para rellenar la motosierra y usarla durante unas inundaciones en la zona que provocaron la caída de árboles. "En ningún momento provoqué el incendio con esa garrafa", ha aseverado el acusado.

Este hombre ha detallado que llegó hasta el lugar donde se inició el fuego desde la base de Protección Civil de Ramales de la Victoria cuando iba a llevar en un momento de "calma" en medio de una ola de incendios a la hora de cenar unas sillas a casa de sus primos. Según ha relatado, en el camino a casa de sus familiares vio las llamas y se acercó a comprobar el alcance del incendio. Fue entonces -ha explicado- cuando recibió una llamada del Servicio de Emergencias 112 para volver a la base con sus compañeros para ir a atender ese fuego.

A continuación, los investigadores de la Guardia Civil han detallado que las declaraciones de los testigos les permitieron acotar la zona donde se inició el incendio y la hora aproximada en la que se produjeron las primeras llamas. En esos momentos, según han explicado, el GPS del vehículo que conducía el acusado le situaba en esa zona donde realizó dos paradas en el intervalo de pocos minutos y en la que, según las pruebas, se utilizó un acelarante para prender el fuego en siete puntos en unos 65 metros en línea recta junto a la cuneta de la carretera , aunque un informe pericial apunta que no es concluyente la presencia de gasolina o gasóleo.

Los agentes han destacado también la "gran virulencia" del incendio y han remarcado el lugar elegido para iniciarlo en la parte baja de la ladera, para aprovechar la tendencia ascendente del fuego, en una zona poblada por matorral y eucalipto que "arden con facilidad", y con viento sur. "No fue tirar aquí una cerilla y ya está", ha resumido uno de los investigadores a preguntas de las defensas sobre si habría hecho falta algún tipo de conocimientos para poner en marcha este incendio con el que se "causó mucho daño", ha concluido

 
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