Un estudio de COAG advierte del posible aumento de los ataques a granjas
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Un estudio de COAG advierte del posible aumento de los ataques a granjas / Radio Segovia
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Segovia
Un estudio realizado por la organización profesional agraria COAG advierte de que si el lobo entra en el registro de especies protegidas aumentarán ataques a granjas, accidentes de tráfico, más inseguridad en el medio rural e incendios forestales.
A través de un comunicado remitido a Europa Press, COAG recuerda que el lobo "ya originó un rosario de pérdidas" en los últimos años que el estudio cifra en 6,8 millones de euros entre 2015 y 2020, sin contemplar los ataques que los ganaderos sufren pero no comunican "por desconocimiento, burocracia o por no tener seguros". Según sus estimaciones, la cifra de los profesionales pecuarios incluidos en este grupo podría incrementar los costes un 15 por ciento como mínimo.
De hecho, insiste en que los pagos abonados "sólo cubrieron 5,8 millones del total de pérdidas registradas", lo que supone que el ganadero tuvo que afrontar "al menos un millón de euros de su bolsillo que podría incrementarse en otro millón más por el número de ataques no comunicados a la Consejería".
En la citada horquilla temporal, el lobo devoró, de acuerdo con los datos de la OPA, a más de 20.000 reses y se cebó más con las provincias de Ávila, Zamora y Segovia.
Los ocho escenarios perversos para los ganaderos y el medio rural identificados por COAG Castilla y León son el incremento de los ataques al aumentar "sin control" la población allí donde ya está asentado el lobo; la colonización por parte de este cánido de nuevos espacios no habituados a su presencia; el incremento de los accidentes de tráfico por la mayor población de lobo; mayor riesgo de transmisión de enfermedades a los perros; posibles impactos en otras especies protegidas como el oso o el lince, y más inseguridad en los pueblos "al no sentirse el lobo amenazado por controles y atreverse a frecuentar más los núcleos urbanos".
También provocará, según COAG, la disminución de la ganadería extensiva, lo que aumentará el riesgo de incendios en los terrenos forestales, y la supresión de la caza del lobo "disminuiría la financiación de los pequeños municipios de las zonas loberas".