El cierre de dos centros integrales de menores deja sin apoyo escolar y alimenticio a 90 familias
El Centro de Integración de Menores de La Elipa (CIM), que ofrece asistencia y apoyo a 39 niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad, cierra sus puertas este martes. Lo hace después de que el contrato de gestión venciese y de que la nueva licitación nunca llegase a salir. Un problema que el Ayuntamiento de Madrid achaca a un retraso administrativo provocado por la pandemia
El cierre de dos centros integrales de menores deja sin apoyo escolar y alimenticio a 90 familias
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Madrid
En total son casi cuarenta las familias que recurren a diario a este centro de apoyo del distrito de Ciudad Lineal, atendidas previa derivación de los servicios sociales. La coordinadora del espacio, Gema González, reconocía este lunes en Hoy por Hoy Madrid que, aunque la empresa y el Ayuntamiento se han comprometido a reubicar tanto a los trabajadores como a los menores, aún no saben “cuándo ni dónde” será esa relocalización.
En el centro de La Elipa desempeñan su labor cuatro monitores, un trabajador social y la coordinadora. Todos ellos acaban también mañana su “relación con la administración”, apunta González. Su trabajo, que termina este martes después de casi seis años, es fundamental para el desarrollo de los niños. De lunes a viernes, los trabajadores de este espacio acompañan a los menores, “proporcionándoles una alimentación saludable, haciendo los deberes y con talleres socioeducativos”.
Un acompañamiento que las familias agradecen; para muchas, “el centro es todo”. Lo explicaba Andrea, madre de una niña de nueve años que entró al CIM en 2018. Su hija, Carolina, fue derivada al proyecto con un trastorno de hiperactividad, y aunque al principio la niña “no quería ni entrar al centro, con mucha ayuda de los coordinadores y monitores” han conseguido “que se suelte bastante”.
“Han dicho que probablemente vayan a reubicarnos. Para ser sincera, dudo muchísimo que haya sitio para todos”, reconoce esta madre, quien recuerda que, además del de La Elipa, el próximo día 8 de marzo también está previsto el cierre de otro CIM en el mismo distrito, el de La Concepción, que ampara a otro medio centenar de menores en riesgo de exclusión social.
“Los niños necesitan estabilidad. Es como una comida: está casi hecha y al final hay que tirarla porque la has dejado ahí y se ha estropeado”, añade Andrea, quien también ha recibido apoyo y atención de los profesionales del centro de La Elipa. “Lo que estamos pidiendo las madres y padres es el CIM con los mismos trabajadores y monitores”. Los niños, sentencia, necesitan “esa confianza” para desarrollarse.
