Condena a una aseguradora médica por la muerte de un bebé tras el parto

Málaga

El Juzgado de Primera Instancia nº8 de Málaga ha estimado la demanda presentada por los servicios jurídicos de la Asociación 'El Defensor del Paciente' en nombre de los padres, contra una aseguradora medica por el fallecimiento de su hijo tras parto en una clínica privada de Málaga.

En la demanda presentada, contra la aseguradora por la póliza de asistencia médica privada que tenían, por el abogado Damián Vázquez -colaborador de la Asociación 'El Defensor del Paciente'-, se relataba que la mujer estaba finalizando su embarazo, acudió el doce de diciembre de 2016 a urgencias de un hospital privado en la capital malagueña. Bajaron al paritorio juntos el matrimonio, y le pusieron la epidural a la mujer, tras lo cual acudió el ginecólogo. Le rompieron la bolsa, cuando presentaba una dilatación de 10 cm. Una hora después regresó el ginecólogo y la matrona, y comentaron que el parto estaba para cesárea, pero no se realizó. Le indicaron que el niño estaba posterior, y que irían al quirófano donde el ginecólogo solicitó le trajeran la ventosa para aplicarla, dando empujones con toda su fuerza y dejando caer todo su peso sobre la barriga de la embarazada, junto a la matrona. El ginecólogo tiraba con tremenda fuerza del cable que estaba enganchado al vacuum, y todo ello sin realizar la cesárea que habían comentado anteriormente. Este proceso duró unos 25 minutos aproximadamente, con muchas presiones en la barriga de la madre, más de 7 tracciones, lo que hacía retorcerse de dolor.

El tiempo transcurrido hasta el alumbramiento final provocó una caída en la frecuencia cardíaca del feto y un deterioro en el bebé que nació en parada cardíaca y daños cerebrales por la falta de oxígeno y una mala manipulación durante el parto. El pequeño falleció cuatro días después. El fallo entiende que una más rápida actuación hubiera evitado estas consecuencias.

La Sala hace responsable de la negligencia médica a la compañía aseguradora a la que obliga a pagar 186.000 euros más intereses a los padres del bebé por la pérdida del hijo único y las secuelas sufridas.