Un calendario de locos
La Liga ASOBAL no permite estabilidad alguna a la competición. En el caso particular del BlasGon y CERES Villa de Aranda, los amarillos afrontaban la pasada semana dos encuentros en apenas cuatro días. Ahora disputarán el duelo del próximo domingo, después de semana y media de preparación, para no volver a jugar hasta el próximo 17 de marzo
La plantilla durante una de sus recientes sesiones de trabajo en el Príncipe de Asturias. / Imagen facilitada
Aranda de Duero
Jugar dos partidos en cuatro días, otro en una semana y media y el siguiente prácticamente 20 días después, con el agravante de tener que disputar otro a los cuatro días. Esa es la realidad del BlasGon y CERES Villa de Aranda esta temporada. Inconcebible en cualquier campeonato que se riga por un formato acorde. Por contra, solo hay que poner un pie un peldaño más abajo, en División de Honor Plata, donde jugar cada siete días es lo habitual.
Así ha de afrontar su futuro la escuadra de Alberto Suárez. Sin excusas, pero con realidades que llaman poderosamente la atención. Caprichos del destino, de la buena o mala fortuna, pero esta es la realidad de un Villa de Aranda que jugará el próximo sábado, el partido más importante de la temporada en Cangas y que no volverá a jugar hasta el próximo 17 de marzo, en otro duelo de exigencias, frente a Puerto Sagunto. La guinda, un viaje a Pamplona cuatro días después (20 marzo)
Este año no está diseñado para otra cosa que no sean los sobresaltos, y con todo intentar lograr un objetivo que cada jornada que trascurre apura más las opciones de permanencia.
Un calendario de locos en una Liga ASOBAL sin estabilidad alguna en su propia competición y que sigue adelantando a golpe de jornada de recuperación, aplazamientos, competiciones en Europea, torneos, fases finales, de todo, menos regularidad.
