Paco Goyanes: "Cada paseo, la aventura de nuestra vida"

Zaragoza

Ana tiene razón cuando dice que el mundo se ha vuelto chiquito. Ciudades, regiones y países confinados, del trabajo a casa y de casa al trabajo. El mundo se ha vuelto chiquito, pero si abres los ojos, si estás atento, la magia de la vida, la sorpresa, lo diferente asoma de repente como un chispazo. Un mariachi subido en un patinete, un señor de mediana edad tocando el saxofón de espaldas, frente a un montón de calles, medio escondido, como para no molestar. Tres piraguas deslizándose por el Canal Imperial. Cierra los ojos y es el Danubio, el Ganges, el Nilo. Un convento cerrado, tapiado y abandonado. Crisis de vocaciones. En el tejado una gran cruz de hormigón y sobre ella un pararrayos. Catarsis. Exorcismo. Fuego. Te arrodillas y remueves la tierra en busca de piñones y cometas de papel. Las sonrisas de Ana, de Esperanza, de Lucía, de Jesús, de Ramón. Cada paseo, la aventura de nuestra vida.