Un jesuita acusado de abusar de una alumna en Gijón se enfrenta a ocho años de prisión
Los primeros encuentros sexuales se produjeron cuando tenía 14 años. La joven sufre un trastorno ansioso depresivo
Las relaciones completas se produjeron cuando la joven tenía 17 años, aunque los primeros contactos fueron con 12. / Europa Press
Gijón
La Sección Octava de la Audiencia Provincial en Gijón acogerá este miércoles la vista oral contra el jesuita acusado de abusar sexualmente de una alumna de un colegio de Gijón cuando era menor de edad, unos hechos ocurridos hace más de una década por los que la Fiscalía interesa una pena de ocho años de cárcel. La denuncia fue presentada en enero del pasado año y motivó que la Compañía de Jesús apartara inmediatamente al docente cuando ya ejercía en otro centro de Logroño.
En su relato, la Fiscalía expone que el sacerdote, que ahora tiene 51 años, comenzó a contactar con la alumna del colegio de Gijón a través de las redes sociales, donde le decía que "no era de piedra", que la quería, y utilizaba las expresiones como "princesa" y "solete" para dirigirse a ella.
Entre los años 2008 y 2009, cuando la menor tenía 12 y 13 años, el acusado siguió intimando con ella, provocando encuentros y diciéndole que la amaba y deseaba, añade el escrito de calificación provisional presentado por el Ministerio Público el pasado mes de septiembre. La Fiscalía sostiene que el acusado mantuvo los primeros encuentros sexuales cuando la menor tenía 14 y 15 años y llegó a mantener relaciones completas cuando contaba con 17 años.
El procesado, añade el escrito, le decía a la menor que era la mujer de su vida, que quería una vida con ella pero que no podía debido a su condición de sacerdote. La relación finalizó en septiembre de 2012, cuando la víctima tenía 18 años, y estos hechos, según el relato de la Fiscalía, le han ocasionado a la joven un trastorno de tipo ansioso depresivo.
La acusación interesa que el acusado sea condenado a ocho años de cárcel e inhabilitado para el empleo y desempeño de actividades docentes y cualquier otra relacionada con menores durante cinco años. A esta pena añade además ocho años de libertad vigilada posteriores al cumplimiento de la condena, con la obligación de comunicar cualquier cambio del lugar de residencia o de trabajo, y la prohibición durante otros ocho años de comunicarse o acercarse a la víctima a menos de 500 metros. En concepto de responsabilidad civil, el Ministerio Fiscal solicita que el procesado indemnice a la menor con 3.000 euros.
Según expuso la Compañía de Jesús cuando trascendió la denuncia, el jesuita denunciado ejerció la docencia en Gijón entre 2005 y 2008 y trabajó también en colegios de esta orden religiosa en Logroño y A Coruña sin recibir ninguna denuncia de alumnos de los centros de ambas ciudades.
