'El hombre y la Tierra'

Comentario Carlos Prieto 16.02.21
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Asturias
'El hombre y la Tierra', la mítica serie de Félix Rodríguez de la Fuente con la que crecimos muchas generaciones de españoles, no cabe duda que no ha tenido en todos el mismo efecto. Unos, descubrimos la fauna y la naturaleza de nuestro país, la belleza del campo y la lucha por la supervivencia de las especies, a las que el naturalista burgalés nos situaba en el mismo salón de nuestra casa. El avejaruco, la cabra montesa, el águila culebrera, el lince ibérico y, por encima de todos ellos, el lobo, formaban parte de nuestra vida y nunca le estaremos lo suficientemente agradecidos al amigo Félix por su genial obra. Al terrible cánido le dedicó varios episodios, en los que mostró su fiereza, pero también su sentido de la manada y su singular peregrinaje por los montes. Pero la mayoría de nosotros nos quedamos con la lección de que el lobo es un animal fiero, un depredador como pocos. Nuestra flamante ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, también vio la serie en la misma época que un servidor, pero en ella, por lo que se ve, el 'canis lupus', o sea, el lobo, le debió originar ternura, y veía más su lucha por la supervivencia, que la del ganado que arrasaba a su paso. No se lo discuto, es lícito, pero en Asturias, a casi 500 kilómetros de su Madrid natal, vemos las cosas de otra manera, quizás distorsionadas, no se lo voy a negar, pero tampoco voy a cambiar de opinión. Teresa Ribera quiere proteger al lobo y los ganaderos, lugareños y nuestro Ejecutivo regional están en pie de guerra, como no podía ser de otra forma. La ministra quiere que mueran menos vacas y ovejas en los ataques del lobo, pero no quiere que su población disminuya. También quiere aumentar las ayudas por las pérdidas que origina, pero no explica ni cómo, ni cuándo ni porqué. Quizás desde la capital del Reino se vean las cosas de otra manera. Lo mismo me pasa con su visión del cambio climático. Alemania anuncia medidas de protección para su siderurgia, otros países de nuestro entorno facilitan la electricidad a las grandes empresas y aquí, las ahogamos. Es matar moscas a cañonazos, y perdonen las moscas. Yo me quedo con que 'el hombre es un lobo para el hombre' que ya defendía Plauto 200 años antes del nacimiento de Cristo. Y por algo sería.