En libertad tras ser juzgados por formar un supuesto grupo yihadista en la cárcel de Valdemoro
El juicio terminaba la semana pasada y los acusados llevaban dos años en prisión preventiva
La Audiencia Nacional ha dejado en libertad a la espera de sentencia a cinco acusados de integrar un presunto grupo yihadista que intentaba captar a presos desde la cárcel de Valdemoro , donde cumplían condena por distintos delitos, para cometer atentados cuando saliesen de prisión.
Al cumplirse dos años en prisión preventiva, el tribunal de la sección segunda ha revisado la solicitud de prórroga cursada por la Fiscalía en relación con cuatro de los acusados, petición que ha desestimado al acordar la libertad de estos cuatro y de un quinto encausado que también permanecía en prisión, informan a Efe fuentes jurídicas. Son Suleyman E.M.; Omar B.; Mohamed C.; Chakir A; y Khalid R.
La Sala entiende que "se ha cumplido la finalidad con la que en su día se acordaron las medidas cautelares" para los cinco y no encuentra "razón alguna" para prorrogarlas, según el auto del pasado 3 de febrero al que ha tenido acceso Efe este lunes.
El juicio contra ellos terminó la semana pasada, y la Sala no ha dictado aún sentencia, aunque su decisión de poner en libertad a cinco acusados podría anticipar el sentido de la misma.
La Fiscalía, que modificó ligeramente su petición de condena para varios acusados al final del juicio, solicitó 15 años de prisión para el principal encausado y penas que van hasta los 11 para el resto.
Según su escrito de conclusiones provisionales, los acusados tenían un "grado alto de radicalización religiosa" y se hacían temer en la prisión "por su carácter violento", con el que obligaba a otros reclusos a unirse a sus actividades religiosas.
Estaban acusados, entre otros delitos, de integración en grupo terrorista y de proposición para cometer atentados por supuestamente captar presos con perfiles próximos a la exclusión social para incorporarlos a sus planes, y contactar en dos ocasiones con internos que estaban próximos a quedar en libertad para ofrecerles dinero para que cometieran atentados.
Entre los acusados estaba un funcionario de la prisión, acusado de haber introducido un móvil en la cárcel para el grupo y las dos personas que supuestamente le pagaron para ello.