'Los caprichos de un cura', por Pepe Belmonte
Escucha cada lunes, en Hoy por hoy Murcia, el comentario de opinión del catedrático de Literatura de la UMU
Murcia
LOS CAPRICHOS DE UN CURA
Micromentario/Pepe Belmonte (08-02-21)
02:12
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Me cuenta el padre de una de estas criaturas, que cierto cura de nuestra diócesis, ha decidido unilateralmente, sin contar con los progenitores, siguiendo así el talante democrático de esta divina institución, permutar las sesiones de catequesis por la obligación de ir a misa por parte de esos mismos críos, de seis o siete años de edad, acompañados, naturalmente, por sus papás y mamás.
Se incluye, en todo este diabólico protocolo, el sellado de una cartilla en donde figura el control de asistencia, como una especie de Camino de Santiago en ese viaje a ninguna parte.
Y todo, en pro de la seguridad, para evitar así los contagios del virus, como si el propio interior del templo, donde se reúne gente de diversa edad y condición, estuviera libre de esta plaga bíblica que nos ha caído encima.
La Iglesia y sus ciegos y caprichosos acólitos, siempre a la última, dejándose retratar ante una sociedad mucho más avanzada y moderna que, en su mayor parte, le ha retirado por completo su confianza.
Como dice la conocida canción de Serrat, siempre llega tarde donde nunca pasa nada.
MILAGRO DE LA PRIMAVERA
La desolación de la pandemia también está haciendo estragos en la Huerta. El fruto de los árboles de invierno no tiene quien lo recolecte. Y, muy especialmente, las naranjas y los limones, que, sobre la tierra, con su refulgente color amarillo, parecen soles caídos de otra galaxia, guerreros exangües que se resisten a la derrota.
Resulta obvio que los problemas para su exportación, con el dichoso brexit, y el cierre de la hostelería son las principales causas de este triste abandono de un fruto tan querido y ancestral de nuestro entorno.
Como el olmo viejo y hendido por el rayo del hermoso poema de Machado, el corazón de nuestros árboles, hacia la luz y hacia la vida, también aguarda, como nosotros mismos, otro milagro de la primavera.