La Guardia Civil de Segovia colabora en la detención de un grupo criminal que torturaba a sus víctimas
La investigación se inició por la denuncia de un matrimonio que relató cómo fueron interceptados por miembros de la banda mientras se desplazaban por la provincia de Segovia. Fueron brutalmente agredidos para que revelaran donde tenían escondidas las joyas y el dinero en su domicilio, así como las claves de los sistemas de alarma y posibles cajas de seguridad
La Guardia Civil ha desarticulado íntegramente un peligroso grupo criminal acusado de la comisión de delitos graves, principalmente tentativa de homicidio, secuestro, torturas y robos con violencia.
La actividad delictiva de este grupo delincuencial se centraba principalmente en la sustracción de efectos, prioritariamente joyas y dinero, mediante el empleo de una violencia extrema sobre sus víctimas, las cuales eran previamente detenidas ilegalmente, siendo torturadas con el fin de conseguir la información necesaria si no conseguían sus objetivos inicialmente.
La investigación se inicia por la Sección de Delincuencia Organizada Contra el Patrimonio de la Unidad Central Operativa (UCO) y la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Segovia, a raíz de la denuncia presentada por un matrimonio que relató cómo fueron interceptados por miembros de la banda mientras se desplazaban por nuestra provincia.
En concreto fueron asaltados por un grupo de personas que iban vestidos como miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y armados, siendo introducidos por separado en sendos vehículos y trasladados por diversos tipos de carretera por espacio de casi dos horas, introduciéndoles finalmente en una especie de habitáculo que, posteriormente, pudieron describir como un contenedor de mercancías.
Ahí, en ese lugar, fue cuando comenzó la parte más dura de su cautiverio. Fueron brutalmente agredidos para que revelaran donde tenían escondidas las joyas y el dinero en su domicilio, así como las claves de los sistemas de alarma y posibles cajas de seguridad.
Los hechos propiciaron el inicio de las investigaciones policiales, en una operación denominada “Río Lobos”. Tras más de 6 meses de análisis, los agentes corroboraron la existencia de un grupo perfectamente organizado y cohesionado, formado siempre por más de cuatro personas coordinadas para la perpetración de delitos graves, y teniendo cada uno de sus miembros funciones perfectamente asignadas, como son la selección de lugares y víctimas, medios de transporte a emplear, vigilancias sobre posibles objetivos y valoración del posible beneficio económico a obtener.
La policía señala que el grupo criminal tenía previsto, en un breve espacio de tiempo, llevar a cabo un robo de gran envergadura en una empresa del sector de las tecnologías, en el que se harían con un “botín” estimado de más de catorce millones de euros, siempre según la previsión de sus integrantes.
Cuando se cumplía el año desde que se produjeron los graves delitos por los que se inició la presente investigación, se procedió, en perfecta coordinación con el Juzgado de Instrucción nº 1 de Sepúlveda (Segovia), a la detención de todos los implicados con actuaciones en los partidos judiciales de la ciudad de Madrid, Móstoles, Illescas y Torrijos (Toledo).
Cuatro de las personas detenidas son las que materializaron el secuestro, traslado y torturas de las víctimas. Y otras dos la que proporcionaban toda la información para realizar los delitos con precisión casi militar.
Se han llevado a cabo 6 registros domiciliarios, resaltando que, en uno de ellos, uno de los objetivos de la presente investigación efectuó un disparo contra la fuerza actuante, cuyo proyectil, milagrosamente, sólo rozó el cuello de unos de los agentes de la Unidad Central Operativa.