La mala práctica de soltar el rollo a los demás

Alcobendas

Vamos a ser honestos. ¿Cuántas veces cuando te has tenido que comunicar con otros, has pensado eso de “mira, yo suelto mi rollo porque lo que quiero es quitármelo de encima cuanto antes”? O similar. Este tipo de pensamiento es muy típico por ejemplo cuando tenemos que hablar en público y sufrimos ante este tipo de situaciones. ¿Te suena de algo?

Bueno, vale, a lo mejor tú nunca has pensado algo así, pero ¿verdad que sí eres capaz de notar cuando tu interlocutor se comunica desde ese lugar? Posiblemente lo hayas experimentado en muchas ocasiones. ¿El resultado? Cero conexión con la audiencia, lo que conlleva una serie de efectos colaterales y es que ésta, tampoco tenga interés en prestar atención a lo que estamos diciendo, no somos capaces de generar un recuerdo positivo, despertamos sensaciones negativas en nuestro interlocutor, posiblemente no comprenda el mensaje que queremos transmitir… Vamos, ¡¡una fiesta de la anti comunicación!!

Son muchos los aspectos que se podrían comentar para darle la vuelta a la situación. Pero hoy me quiero centrar en la importancia de tener muy claro quién es el responsable y quién es el protagonista en un proceso de comunicación.

Quien se comunica, quien traslada un mensaje, debe asumir que su responsabilidad es que éste llegue en la manera en que desea. Dicho de otro modo, yo soy la responsable de que la audiencia comprenda mi mensaje. Evidentemente por parte de ésta tiene que haber una voluntad de querer entenderme, pero, si yo asumo mi responsabilidad entonces pondré en funcionamiento una batería de herramientas que precisamente van a contribuir a que el otro quiera prestar atención a lo que estoy diciendo.

Por tanto, si yo soy la responsable, ya tengo claro quién es el protagonista. Siempre lo será el otro. Cuando pongo en el centro a los demás, entonces mi comunicación se transforma y, además, se vuelve mucho más generosa y adaptada a las necesidades del otro.

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¡Fíjate la enorme importancia que tiene, ahora más que nunca, saber poner el foco en los demás cuando nos comunicamos a través de la cámara o pantalla! Cederle el protagonismo al otro te ayudará a humanizar tu comunicación, a mostrarte más cercano, a ser más persuasivo, a captar la atención… a traspasar la pantalla.

Lo hablamos con la experta en Comunicación Personal, Marina Estacio.