"Parece el primer día de rebajas en la calle Corrida": la reacción de la zona rural ante el cierre de Gijón

Gijón

El cierre perimetral de Gijón, que limita la capacidad de movimiento, ha aumentado la afluencia de los ciudadanos a la zona rural del municipio. Su mantenimiento corre a cargo de la sección de brigadas rurales que gestiona la concejalía de Mantenimiento y Obras y, en los últimos meses, ha recibido más avisos de lo habitual.

Gijón cuenta con un total de hasta 1.000 kilómetros de caminos rurales. El trabajo de mantenimiento se realiza en sus 22 parroquias. El responsable de las brigadas, Gil Villoria, explicaba en Hoy por Hoy Gijón que el servicio se organiza en un programa anual con el que llegan a unos 600 kilómetros de la zona rural gijonesa. Cuentan con 70 trabajadores de los que la mitad se incorporan desde planes de empleo. La climatología adversa ha hecho que cada vez sea más frecuente atender las urgencias derivadas de temporales. Afectan en mayor medida a la zona rural y les ponen al límite asegura el jefe de brigadas, caso de Filomena que ha dejado zonas inundadas y argayos.

"Cada vez estamos más fiscalizados", asegura el jefe de las brigadas que han visto incrementado considerablemente el número de avisos informando sobre incidencias en las zonas rurales, cierres, baches en los caminos. "La basura no es un problema añadido por el aumento de peatones", confirma Gil Villoria.

Desde Cenero nos atiende Consuelo González, presidenta de la Asociación de Vecinos, 'Abadía de los 16 de Cenero', mientras que desde San Julián de Roces lo hace Manolo González Posada, presidente de la Federación del Caseríes, organización que aglutina a todas las asociaciones de la zona rural. Ambos coinciden en apuntar que "el concejo está petao". Consuelo describe la gran afluencia de ciclistas y paseantes mientras Manolo es más gráfico y apunta que "sobre todo las zonas más pegadas al centro o a los barrios están como si fuese el primer día de rebajas en la calle Corrida".