El peso de la ley
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Comentario Carlos Prieto 19.01.21
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Asturias
El triste presagio que alertaba de un aluvión de contagios tras las vacaciones de Navidad se cumplió, vaya si se cumplió. Quince días después, regresamos a la casilla de salida en esta batalla sin cuartel contra el coronavirus. Otra vez concejos confinados, mayores restricciones horarias y cierres de grandes superficies. Con el sector turístico y la hostelería colapsados, al borde del abismo. Y nos esperan aún semanas muy duras en este enero que me temo llega con una cuesta que dejará al país contra las cuerdas. Los contagios aumentarán con el paso de los días y las cifras de muertes volverán a estremecernos. Solo hoy en Asturias se duplican las hospitalizaciones, con 270 positivos y ocho fallecidos. Pero hay que aguantar. Hay luz al final de este largo túnel de tinieblas y espero que lo más duro haya pasado ya. En esta guerra tenemos dos armas, el estricto cumplimiento de las normas sanitarias y la vacuna. Que no es poco y debe devolvernos la maltrecha moral. No podemos bajar la guardia. Cualquier imprudencia, desfase o relajación tiene durísimas consecuencias y las pagamos todos, no solo los inconscientes a los que les gusta jugar desafiando las leyes, por encima de todos. Sus estupideces cuestan vidas, despidos, ertes, sueños truncados. Por eso, ante tanta adversidad solo espero que el Estado proteja a los sectores más castigados, extienda las coberturas y las ayudas a trabajadores y empresarios y haga velar el cumplimiento de la ley. Quienes amparan, organizan y fomentan los incumplimientos y aquellos que juegan con nuestras vidas deben ser sancionados con la ejemplaridad que requiere la situación. Caiga quien caiga. Es lo menos que podemos exigir ante tanto sacrificio.