Frente común en defensa de los empleos de Siemens-Gamesa en Cuenca
La Consejería de Empleo, el Ayuntamiento y los sindicatos han mantenido una reunión para buscar alternativas que permitan mantener los 51 empleos de la planta conquense
Cuenca
El gobierno de Castilla-La Mancha va a pedir a Siemens-Gamesa que reconsidere el cierre de su planta en Cuenca, pero que si finalmente decide cesar esta actividad, mantenga los puestos de trabajo dedicándolos a un proyecto para el que la empresa va a pedir fondos europeos.
Así lo ha avanzado la consejera de Empleo, Patricia Franco, que se ha reunido en Cuenca con los representantes de los trabajadores y el Ayuntamiento, en un rechazo frontal y unánime al cierre de la planta, la única actividad industrial que tiene la capital conquense.
Franco ha indicado que, entre las alternativas que barajan con Siemens-Gamesa para evitar los 51 despidos, proponen que la empresa demore el expediente de extinción de empleo que se comienza a negociar el próximo martes en Madrid, y que dedique la planta conquense y sus trabajadores a un proyecto de reciclaje de palas de aerogeneradores para el que va a pedir fondos europeos.
Si esta alternativa tampoco da resultado, el gobierno de Castilla-La Mancha buscará que haya otras empresas del sector, que está en un momento de expansión, que puedan aprovechar la experiencia de la planta conquense y sus trabajadores.
La consejera también ha aclarado que Siemens-Gamesa no ha recibido ayudas de la administración desde su implantación en Cuenca. En todo caso, ha apuntado que colaborarán con la empresa en la obtención de fondos europeos si demuestra su compromiso con el tejido industrial conquense.
Los responsables de Industria en Comisiones Obreras y UGT han resaltado que es necesario buscar alternativas que permitan mantener el empleo, porque Cuenca no tiene más industria. Han subrayado que van a rechazar el expediente en las negociaciones, y a iniciar movilizaciones que impliquen a toda la sociedad de Cuenca.
También el alcalde, Darío Dolz, ha mostrado su decepción por la decisión de Siemens-Gamesa, que considera incomprensible en un momento de apuesta por las energías renovables.