El misterio de la luz

Asturias

'Filomena' ha endurecido la vida de este país. Las gélidas temperaturas y las intensas nevadas han agudizado las condiciones de este medio cautiverio domiciliario impuesto la pandemia. Solo las noticias del avance de la vacunación y las perspectivas de que esta pesadilla comience a remitir con la primavera, hacen más llevadero este valle de lágrimas por el que transitamos. Todas las medidas que estamos sufriendo en los últimos meses parecen tener justificación y amparo en las teorías de los científicos más reputados. Sin embargo, hay algo que no entiendo y que creo que los asturianos deberíamos recibir una explicación. Me estoy refiriendo a la luz. A la energía que mueve nuestras industrias y calienta e ilumina nuestros hogares. Sinceramente, el estatuto eléctrico aprobado por el Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias me parece, quizás, la última estocada a nuestra región. Incomprensible, inadmisible e injustificable. Una afrenta a todos los asturianos. Pero la sarta de explicaciones que recibimos estos días sobre el récord del precio de la luz son alucinantes. Ola de frío extrema, la gente en casa y ¡zasca! Pagamos la luz más cara desde 2002, cuando gobernaba Aznar y el señor Montoro nos hacía comulgar con ruedas de molino. Que si los parque eólicos no funcionan, que si el gas natural sube, que si la nieve, que si la parte fija del recibo, que si los tramos, que no va a afectar a todos por igual...podría aburrirles con las explicaciones de lo inexplicable. Menos mal que tenemos un Gobierno en Madrid de izquierdas que iba a acabar con la pobreza energética de los españoles. Es escandaloso. Y ahora seguro que saldrá algún ministro a decir que están trabajando en una reforma del sector eléctrico. O nos venderán la ocurrencia de que han pedido a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia que investigue la subida. Al final, ajo y agua. Y usted y yo a seguir pagando la fiesta.