Lasha, la historia de un joven hostelero que decidió abrir su restaurante en plena pandemia

Murcia

La Región de Murcia ha decretado en las últimas 24 horas la fase 2 de riesgo asistencial y ha ordenado el cierre perimetral de otros 14 municipios, con lo que ya son 36 en territorio murciano.

De esta forma, el 90 % de la población de la Región de Murcia verá limitada su movilidad a partir de este martes 12 de enero. Además, en todas estas localidades los bares y restaurantes permanecerán cerrados y el aforo en el interior de comercios se limitará al 50 por ciento.

Un nuevo hachazo al sector que no termina de levantar cabeza en esta época de pandemia.

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Entre todas las historias que han surgido a raíz de la crisis de la hostelería y restauración a consecuencia del coronavirus. En Hoy por hoy Murcia nos hemos detenido en una de ellas, la del joven Lasha.

Este joven empresario abrió su restaurante hace apenas una semana en el centro de Murcia (Raro), pensó que al mal tiempo había que poner buena cara y con una buena dosis de optimismo decidió lanzarse a la aventura en plena pandemia, con todo el riesgo y la incertidumbre que ello conlleva. Allá por el mes de mayo decidió embarcarse en la puesta en marcha de un restaurante, a pesar de las circunstancias nada favorables. "Había que comer y reinventarse", pensó Lasha.

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Lasha, que regenta en la zona de las tascas de Murcia un bar de copas (Black Tag) tuvo que modificar el local y convertirlo en cafetería, pero ni con esas. Al poco tiempo las medidas restrictivas frente al coronavirus le obligaron a echar el cierre. Lejos de amedrentarse decidió alquilar un local en pleno centro y realizar las reformas oportunas para convertirlo en un restaurante, un trabajo que le ha llevao varios meses y que finalizó hace apenas una semana, poco antes de finalizar las fiestas de Navidad. Ahora, tras el cerrojazo de esta semana al sector no sabe qué va a hacer ni cómo afrontar este nuevo mazazo que a él y a su equipo le ha vuelto a pillar de lleno.

Dice este joven emprendedor que con las ayudas que ha recibido no tiene ni para pagar el alquiler de los locales, ni que decir tiene que tampoco para hacer frente a las nóminas de sus trabajadores ni tampoco para hacer frente a la cantidad de facturas que se agolpan en la barra.

Aun así, Lasha, propietario del restaurante Raro, no pierde la sonrisa y ha decidio poner al mal tiempo buena cara y estos días trabaja en una nueva carta para acondicionar su local al ya famoso 'take away' (para llevar) con la intención de sobrevivir a una pandemia que ya se está haciendo demasiado larga.