Madrid, una capital con Denominación de Origen que pone su vino en el punto de mira
Los madrileños aún nos sorprendemos de la cantidad de viñedos que hay a tan solo media hora del centro. Un sector que está en auge gracias a bodegueros como Fernando Ocaña, propietario de las bodegas Valleyglesias y Rafael Aguilar, de Tierra Calma
Madrid, una capital con Denominación de Origen que pone su vino en el punto de mira
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Ponemos el punto de mira en un producto que solemos buscar fuera de las fronteras de la Comunidad de Madrid, y que no puede faltar en ninguna de las reuniones Navideñas, hablamos del vino con Denominación de Origen Vinos de Madrid.
De esta denominación forman parte las áreas: Navalcarnero, Arganda y San Martín de Valdeiglesias. Junto a dos de sus bodegueros conocemos la uva de esta última zona. Ellos son Fernando Ocaña, propietario de las bodegas Valleyglesias y Rafael Aguilar, de Tierra Calma.
Los madrileños aún nos sorprendemos de la cantidad de viñedos que hay a tan solo media hora del centro. Un sector que está en auge y que se caracteriza por un suelo de gratino, la altura del terreno y las lluvias. Todo ello son condiciones para la calidad de una uva que no es fácil de conseguir en otros lugares. La tradición vitivinícola llegó a Madrid hace 500 años, con los monjes cistercienses: “incluso Cervantes ya nombra los vinos de Madrid en sus libros”, apuntaba Fernando Ocaña, uno de lo bodegueros que nos muestra cómo es la elaboración de su vino, y no solo a nosotros. Además de llevar su vino a países como Alemania, Canadá, Noruega o Finlandia, también quiere acercarlo a público local. Lo hace con visitas guiadas en las que aprenderemos todo sobre su elaboración con catas a lo largo de los diferentes procesos por los que pasa la uva.
Esta tradición llega a Fernando por su abuelo, quien hacía vino para consumo familiar. Sus padres lo dejaron a un lado, pero años más tarde, él y su hermano se quedaron con las cepas que aún quedaban. Las que menos uva daban, pero la mejor. “Nos tacharon por locos”, recuerda Fernando. Ahora presumen de formar parte de una denominación de origen única: “Creo que no hay ninguna capital del mundo que tenga denominación de origen. Es algo que debemos aprovechar”.
Tierra Calma es otro proyecto familiar dedicado al vino en San Martín de Valdeiglesias que nace de la inquietud, el amor por la tierra y la filosofía e historia que lleva consigo el vino.
A los 57 años Rafael Aguilar vio la oportunidad de demostrar que después de la vida profesional puede haber más vidas profesionales. “Emprender un nuevo proyecto durante la jubilación me ha hecho revivir, tener un objetivo diario y una magnífica oportunidad de trasladar la experiencia y el conocimiento de mi sector al vino”, decía. Un reto profesional en el que Rafael y su muejer aún tienen mucho por aprender, pero a la vez creen que les da la ventaja de poder hacer algo diferente: “estamos aprendiendo de los grandes y haciendo vinos puros y excelentes”, asegura.
Una pasión por el vino que lleva el nombre de San Martín de Valdeiglesias y sus garnachas a todo el mundo.