Los residentes de la Mixta se vacunan "con ilusión y mucho convencimiento"

Gijón

Seis horas es lo que se tardó el 27 de diciembre en administrar las primeras vacunas de Pfizer en la Residencia Mixta de Pumarín en Gijón; primer geriátrico asturiano en recibir la inmunización contra el COVID-19.

Según su directora, Victoria García Villar, fue una "jornada muy emocionante. Una luz a final del túnel. El haber sido el primer centro nos llenó de alegría. Es un honor poder ser los primeros. Se vivió muy bien, con mucha ilusión por parte de los residentes. Con mucha Ilusión y mucho convencimiento”.

Pocas reticencias entre los residentes, "las ganas de recuperar la libertad y volver a la vida normal superan al miedo a la vacuna". Solo dos se negaron a su administración por "recelos ante la celeridad en la elaboración de la vacuna". El resto, a excepción de los que no pidieron acceder a la inmunización por incompatibilidad con sus patologías, consintió. "Este es el único camino para hacer frente a esta enfermedad es la vacuna. Los residentes están muy concienciados" ha dicho en SER Gijón, Victoria Garcia Villar.

Junto a los residentes, también el 85% de los trabajadores accedía este 27 de diciembre a la administración de la vacuna de Pfizer. "El objetivo es que todos se inmunicen. No adelantamos nada si solo nos vacunamos parcialmente. Si no, estamos dejando la puerta abierta al virus". Los que han dicho que no, ha sido por los mismos miedos de los residentes o patologías incompatibles con la administración de la vacuna. “Eso está muy regulado. Los médicos lo controlan con los historiales clínicos de cada persona”.

En cuanto a la logística, la directora de la Mixta ha narrado en Hoy por Hoy Gijón como recibieron la vacuna. "Nos sorprendió las cajas muy pequeñas" pasadas las nueve de la mañana, aunque ellos ya estaban esperando desde las ocho. "La abrimos y automáticamente la llevamos a la nevera, al lugar donde se iba a administrar. Se fueron sacando las dosis y se hicieron tres grupos de vacunación: residentes con autonomía, trabajadores y residentes con movilidad reducida”.

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García Villar ha recalcado que un día después no ha habido "ningún efecto secundario que se haya detectado. Nadie se queja. Todo muy normal. Como cuando nos vacunamos de la gripe”.

La segunda se administrará en el centro dentro de 21 días. Su directora cree que la vacunación “al igual que la mascarilla, el lavado de manos o el distanciamiento social, forma parte de una estrategia que es la única que tenemos ahora para poder combatir el virus. Es un acto de responsabilidad individual, cada uno podemos ayudar vacunándonos a que esta crisis se acabe".