Informe 3: Tareas

Zaragoza

Los medios hablamos a menudo de las compras navideñas, pero casi siempre es desde un punto de vista económico; es decir, fijándonos en si hay ventas. No nos fijamos tanto en que el gesto de comprar, de pensar qué necesitamos, cuánto, dónde se compra, acudir allí, cargar con el carro, colocar los alimentos en la despensa... también es trabajo.

Para abordar ese trabajo, hay que empezar por constatar que todas esas tareas suponen un desgaste para nuestra salud. Nos lo confirmó en Más vale maña, la psicóloga Lucía Tomás. Otra idea fundamental es reconocer que el reparto de las tareas sigue siendo muy desigual en la mayoría de las familias. Además, cuando los hombres se implican en esas tareas, a veces ocurre que el reparto sigue siendo desigual, porque, como comentó también en Más vale Maña el portavoz de Hombres por la Igualdad, José María Galdo, ellos suelen encargarse más de "lo que se ve".

¿Ha cambiado la pandemia el reparto de las tareas domésticas y de cuidados?

La encuesta del CIS, del Centro de Investigaciones Sociológicas pregunta de vez en cuando por el reparto de las tareas en los hogares españoles, pero no lo ha preguntado en ninguna de las encuestas realizadas desde marzo.

La profesora de Economía de la Universidad Pompeu Fabra Libertad González sí hizo una encuesta durante el mes de abril, en pleno confinamiento, entre parejas con hijos menores a cargo. Entre sus conclusiones, leemos que "antes del confinamiento, lo más común en los hogares encuestados era repartirse a partes iguales las actividades de ocio con los hijos y, en menos medida, la compra, mientras que la mujer era la principal responsable de la limpieza, la ropa, la comida y las actividades educativas con los hijos".

"Durante el confinamiento, el cambio principal es que el hombre pasa a ser el principal responsable de la compra, en el 38% de los hogares encuestados. Los cambios van en la dirección de una distribución de tareas más igualitaria, aunque se mantienen diferencias grandes: no hay ninguna actividad salvo la compra en la que el hombre sea de media el principal responsable. Incluso en el caso de la compra, la actividad más "masculina", sólo en el 38% de los hogares es el hombre el que se encarga la mayoría de las veces". Llama la atención que la tarea más asumida por los hombres durante el confinamiento sea la compra que, en realidad, en ese momento, era un privilegio, porque permitía salir de casa. Además, de nuevo, es una tarea de cuidados de las "que se ven".

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Además, el estudio de González concluye que "mientras que el cierre de los centros educativos y las dificultades para externalizar los servicios domésticos han representado un incremento sin precedentes de las responsabilidades familiares, éstas siguen repartiéndose de manera desigual entre hombres y mujeres. Esto sugiere que las mujeres tendrán más dificultades para conciliar en el nuevo escenario laboral y familiar".

¿Qué hacer?

La responsable de Igualdad en el sindicato Comisiones Obreras Aragón, Elena Pérez, subraya que "compatibilizar un empleo con las tareas de cuidados y domésticas genera una sobrecarga de trabajo y un estrés que se puede corregir con corresponsabilidad". "Todas las personas en el hogar deberían trabajar de forma responsable en él y además, las empresas y los poderes públicos tendrían que implicarse en esta corresponsabilidad", señala Pérez.

Esta sindicalista recuerda, además, que la visibilidad del trabajo de cuidados es indispensable porque es imprescindible para la vida. "Más allá de la remuneración económica, porque sólo serían números. Es un trabajo impagable, porque incluye los afectos", concluye Elena Pérez.