Las cartas de Galdós a Pardo Bazán fueron robadas: "Mi padre las dejó encima de la mesa y desaparecieron"
Clara María González de Amezúa, hija del académico que custodió las cartas de Galdós a Pardo Bazán, las recuerda en la biblioteca de su padre y el tremendo disgusto familiar que provocó el día que desaparecieron
Las cartas de Galdós a Pardo Bazán fueron robadas: "Mi padre las dejó encima de la mesa y desaparecieron"
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Madrid
A los 91 años, Clara María González de Amezúa recuerda el tesoro literario que custodiaba la biblioteca de su padre, las cartas de Galdós a Emilia Pardo Bazán.
"Se las dieron a mi padre pero no recuerdo por qué", explica la hija del académico Agustín González de Amezúa, que tuvo en casa una de las correspondencias más buscadas de la hisoria de la literatura de nuestro país. "Todo el mundo sabía que tenía esas cartas, pero ahora han cogido más auge", porque "entonces no se hablaba de Galdos ni de Doña Emilia más que lo imprescidible", asegura Amenzúa.
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Los intelectuales, recuerda, entraban y salían de casa continuamente. "Era una casa donde entraba mucha gente a consultar", relata, pero sobre la autoría del robo nunca hubo un claro sospechoso. "Mi padre dijo que habían desaparecido las cartas de la Padro Bazán", y sostiene, "alguien se las llevó de su mesa".
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En un primer momento su padre no le dio mayor importancia, ni ella misma por su juventud: "era muy joven y por entonces no me intersaban. Ni se me ocurrió leerlas". Ya de mayor, nació en Clara la necesidad y la curiosidad de sumergirse entre sus páginas. Ahora espera el momento en que salgan a la luz: "yo pensaba que saldrían antes, que quién se las llevó las iba a publicar".
La hija del académico no pierde la esperanza de que, en un momento tan propicio "en el que se habla de ellos sin parar", puedan publicarse. Lo que sí tiene claro es que la familia Amezúa no reclamaría ya el robo de las cartas: "con 91 años no voy a reclamar nada a nadie", afirma.
