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¿Se puede criticar la Monarquía?

La Firma de Pedro Brouilhet

"¿Se puede criticar la Monarquía?", la Firma de Pedro Broulihet

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Palencia

Creo que Juan Carlos I cumplió una gran labor en la época de la transición y en gran parte de su papel como Jefe del Estado. Es una pena que una persona que podía haber quedado en los libros de la historia como un modelo y referente, haya quedado salpicado por los escándalos financieros y de otra índole.

Vivimos en una monarquía constitucional aprobada en la Constitución de 1978. Es verdad que nunca en la historia de nuestro país habíamos tenido un clima de libertad, tranquilidad, consenso, unidad... como los últimos cuarenta años. Los consensos han sido y creo que siguen siendo la mejor herramienta para la modernización de nuestra nación. En los últimos tiempos los radicalismos de ambos lados y los independentismos están tensando el ambiente y están llevando a nuestra sociedad a una polarización insostenible.

Se puede criticar y se debe criticar el uso que el anterior jefe del Estado ha hecho de sus bienes. Eso no significa que uno no defienda nuestra constitución. En sus últimos discursos como Jefe del Estado hablaba de la trasparencia, de la lucha contra la corrupción, de la ejemplaridad de los personajes públicos. Sus actuaciones han sido lo contrario de sus palabras. ¿Puede un jefe del estado recibir esas las cantidades de dinero? La inviolabilidad del Jefe del Estado, ¿le permite hacer lo que le venga en gana? ¿No es bueno que el parlamento haga un seguimiento de sus cuentas?

El nivel de vida del anterior monarca, sus amistades peligrosas, su nivel de vida, los escándalos de su familia, su afán de enriquecerse, su oscurantismo, el silencio cómplice de los medios de comunicación..., ha hecho que se haya producido una distancia con la opinión pública. Estos escándalos han favorecido lo discursos de la radicalización de los dos polos. Los que defienden la monarquía constitucional, cuando en su época no lo hubieran aprobado y los que defienden una República cuyos modelos de referencia no son muy claros.

Felipe VI no lo tiene nada fácil. Está claro que ha tenido que distanciarse de su padre y de la mayor parte de su familia. En estos años se ha producido una modernización de la monarquía.

A mí me gustaría, a lo mejor soy un utópico, que se produjera un diálogo moderado y sereno sobre la tarea que tiene que tener el jefe del Estado, dentro de la monarquía constitucional. Creo que los grandes partidos deberían de aprobar un nuevo marco de la Casa Real, un seguimiento de las cuentas por el parlamento, su papel de representación en el extranjero, su labor de cada día, el presupuesto que tiene que tener... No permitir que volvamos a errores pasados.

Sé que me van a criticar pero yo prefiero en este momento vivir en el marco de la Constitución de 1978. Eso no quita para que se reforme, se cumplan sus artículos, se actualicen muchos de ellos y vivamos en una democracia mejor para los ciudadanos, en especial para los más pobres. Lo que no quiero es la polarización, la división, los extremismos, los enfrentamientos a los que nos quieren llevar algunas personas. Y no quiero que nadie, de ninguna ideología se apropie de la voz de los ciudadanos, porque la riqueza que tiene nuestro país es que es muy plural y diverso.

 
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