El puente en casa
"El puente en casa". Firma de opinión de Julio Canto. Hoy por hoy Córdoba
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Córdoba
Lo normal en estos días festivos en España, es que los berlineses nos hubiéramos encontrado con grandes cantidades de españoles transitando de alguna forma por la ciudad, o incluso haber recibido visita de alguno. Los españoles, según edades, devoran la capital alemana normalmente a un ritmo frenético, como si quisieran absorber durante un puente lo que ofrece esta ciudad que, a pesar de su fealdad arquitectónica, no es poco.
Se levantan temprano para ir al memorial de Sachsenhausen, regresan a la ciudad para visitar algún museo y aprovechan la tarde para comer algo típico o internacional; además, en estas fechas se puede comenzar la noche en un mercadillo de Navidad y, si se tienen fuerzas, se podría cerrar en algún club de moda berlinés. Al día siguiente, añadimos algo relacionado con el muro y a seguir.
Pero las entradas y salidas del país están vinculadas a controles PCR. Además, ninguno de los atractivos turísticos de los que les he hablado antes están accesibles, así que no me he encontrado a ningún compatriota despistado en el metro.
Lo ideal entonces, sería disfrutar del tiempo libre y de la ciudad en la que vives. Córdoba tiene mucho que ofrecer y no son pocos los cordobeses que nunca tienen tiempo y, cuando lo tienen, prefieren pasarlo en otro lugar. Así que estos días podrían haber descubierto los tesoros de nuestra ciudad. He leído que había muchos abiertos: Medina-Azahara, el Alcázar, la Sinagoga... La que no abre es la Mezquita-Catedral, accesible sólo para el culto. Se puede pensar que el cabildo catedralicio es más cauto y protector que la Consejería de Turismo y quiere evitar aglomeraciones y contagios. También se puede pensar que, como los cordobeses, nacidos o residentes, no pagan por entrar y la ciudad no recibe turistas, habría que tener abierto el monumento con cero ingresos y eso no interesa. Pero no quiero ser malpensado. Ustedes que están allí, lo sabrán mejor que yo. Lo que sí se es lo que nos dijo hace muchos años a unos amigos sobre la Mezquita-Catedral y el casco antiguo., un señor de Castilla que tenía un negocio cerca de la Cruz del Rastro: “No entiendo a los cordobeses. Por aquí pasa el mundo entero, pero ellos ni se enteran, porque no vienen”, decía.