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"Fue un ajuste de cuentas para justificar la continuidad del franquismo"

Teo Uriarte y Antxon Karrera repasan, en el 50 aniversario del proceso de Burgos, las sentencias a las penas de muerte para los 16 militantes de ETA

La Ventana Euskadi. 50 años del proceso de Burgos con Teo Uriarte y Antxon Karrera

La Ventana Euskadi. 50 años del proceso de Burgos con Teo Uriarte y Antxon Karrera

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Bilbao

50 años se cumplen del inicio del juicio que salió bien para los acusados. Aquel juicio contra dieciséis militantes de ETA pasó una importante factura al franquismo. Entre los acusados, Teo Uriarte y Antxo Karrera

Más información

¿A cuántas penas de muerte le condenaron?

A 2 penas de muerte y 30 años de condena y alguna cosita a más, a todos.

Cuando a uno le condenan a dos penas de muerte, ¿qué piensa?

En España somos más discretitos… El abogado defensor vino a la cárcel y nos leyó la sentencia. Yo lo que pensé es que, como nos había condenado a todos a una pena de muerte y a tres a dos, se conmutara una y los tres nos quedáramos con una condena a muerte que es suficiente para pasar por el paredón. Eso es lo que pensé. Lo acepté con cierta dignidad, no una dignidad de cierta inconsciencia y de la imaginación. Uno busca el martirio por aquello de la revolución, por la clase trabajadora y todas esas cosas que de joven lo asumes con cierta generosidad…

¿Cuántos años tenía?

Teo | Cuando me detuvieron, 23, cuando me condenaron tenía 25.

Antxon | A mi me condenaron muy poco. Yo era el que tenía menos condena yo no sé porque estaba allí en ese en ese juicio, en ese franquismo corrían esas cosas y era una escenificación para Franco o un escarmiento. Entonces había que acusar a mucha gente. Yo era del montón y, claro, yo no quería que me fusilan. Yo no he hecho absolutamente un acto violento ni entonces ni ahora ni nunca.

Teo | A mi me acusaron de tenencia ilícita de armas, de propaganda ilegal, de asociación ilegal, bueno no sé si quedaba algo en el Código de Justicia Militar de qué acusarme. Lo más importante era la acusación del asesinato del jefe de policía Melitón Manzanas.

¿Por qué se dijo que era el final del franquismo?

Antxon | No supuso el final del franquismo porque siguió. El franquismo todavía tiene gente. Hoy mismo nos hemos enterado de las cartas que hacían los militares retirados pidiendo fusilamientos pero no uno y dos y una docena, muchos. Tenían un chat que precisamente decían que había que empezar a fusilar a la gente y Franco era el jefe de todos estos. El juicio nuestro se preparó en Burgos. En Burgos se han fusilado en la cárcel más de 2000 personas y precisamente pretendían también fusilar unos cuantos más. Eso estaba organizado así. Por fortuna hubo una presión enorme tanto en Euskadi, en España, en Europa y en el mundo y esas presiones le echaron atrás.

Teo | El juicio era un ajuste de cuentas dentro del mismo franquismo. Efectivamente hubo militares y cartas de militares que pedían un escarmiento pero también que pidieron lo contrario. El proceso Burgos era un ajuste de cuentas. También entre ellos mismos se quería buscar una gestión a un régimen que estaba en descomposición, montando una especie de Núremberg una parodia de Núremberg con nosotros y porque había muchas de estas entre las familias del franquismo. Una cosa muy importante es el primer momento en que la Iglesia se separa del régimen y aparece la Conferencia Episcopal Española. Es un momento de crisis en el franquismo que anuncia ya el final que se va a producir a continuación. Alrededor de esas presiones existieron personas de la Democracia Cristiana que procedían del grupo de falangistas de Dionisio Ridruejo y hubo incluso militares entre otros el coronel de Loyola que armó una bronca a los oficiales jóvenes por pedir el fusilamiento, un coronel que había estado en la División Azul y había recibido 16 heridas de batalla. Les puso firmes a todos los militares diciéndoles ‘no se le desea la muerte a nadie. A mí me salvo una doctora comunista a pesar de mis 16 heridas’. Había un sector del Ejército y había una decisión política del  la mano de Carrero Blanco y su servicio de Inteligencia dirigido por el teniente coronel San Martín de organizar este gran proceso y vender al mundo que ETA era una amenaza que permitiera la supervivencia del franquismo. Le salió absolutamente mal la operación

 
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