El acoso a menores en la red se salda con una denuncia cada dos días
El número de menores víctimas de delitos en internet ha crecido un 30% en Euskadi en el último año
Bilbao
El desarrollo de las tecnologías y el acceso a dispositivos a edades cada vez más tempranas a influido en la ciberdelincuencia. Según datos del Departamento de Seguridad, en el último año, el número de menores víctimas de delitos en internet ha crecido un 30%. Cada mes se denuncia una docena de casos, casi un caso cada dos días. Son tan solo los casos registrados. En A vivir que son dos días Euskadi, Elsa Vicario, agente primero de Delitos en TIC de la Ertzaintza, ha explicado que son datos sesgados "ya que existe un alto número de casos no denunciados y de los que no tenemos conocimiento, lo que denominamos la cifra negra".
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Los hechos más reportados a la Ertzaintza son los relacionados con la generación y distribución de material de índole erótico-sexual. Según Vicario, se trata de fotografías, vídeos y lo que últimamente está en auge es la realización de directos en los que las víctimas reciben instrucciones de lo que tienen que hacer y enseñar. "El morbo de la inmediatez y exclusividad tiene mucho gancho", apunta.
La edad de las víctimas ha cambiado, es cada vez más corta. Hace años no bajaba de los 14-15, hoy es habitual encontrar denuncias de menores de 10 años. En palabras de Vicario, en verano tuvieron un caso de una menor de 6 años. "A través de la tablet, un usuario desconocido la instó a tomar una serie de fotografías de sus partes íntimas y ella accedió. Es el claro ejemplo de que cualquier aplicación puede ser utilizada para fines corruptos", advierte.
Entre las recompensas más demandas por las víctimas están las pequeñas cantidades de dinero (5, 10 o 15 euros), regalos y seguidores en redes sociales por la cultura de la popularidad. Utilizan plataformas de pago tipo PayPal o Bizum. "Se lo pone en bandeja a los cibercriminales", cuenta Elsa Vicario. El perfil del cibercriminal también ha cambiado. Hay una variante muy importante y totalmente diferente: el menor de 15-17 años. Su objetivo no es obtener material pornográfico para satisfacer sus deseos sino que ese material es el medio para conseguir otros fines materiales. Son intermediarios en la producción de contenido pedófilo. Esto hace que cada vez haya más contenido pornográfico disponible en la red.
Para Julen Linazasoro, experto en redes sociales e impulsor de macsonrisas, "no se están respetando las recomendaciones de edad para las aplicaciones y los diferentes juegos. Al pirncipio, parecen inofensivas pero hay niños y niñas de cuarto y quinto de primaria que aparecen haciendo bailes totalmente sexualizados". Cuenta el caso de una niña de quinto de primaria en Vitoria-Gasteiz. Le explicó que haciendo un dúo había un hombre sin camiseta. "La niña se reía. Ellas no le ven el riesgo", afirma.