Comunidades compasivas: redes vecinales para verbalizar el duelo
Desde hace dos años el Ayuntamiento de Madrid trabaja en un plan para que la muerte y el duelo dejen de ser momentos que se llevan en soledad y silencio. El proyecto se llama Comunidades compasivas. Salud al final de la vida y cuenta con el apoyo de asociaciones tanto públicas como privadas
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Comunidades compasivas: redes vecinales para verbalizar el duelo
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Madrid
Las Comunidades Compasivas son proyectos vecinales que nacieron en Gran Bretaña hace unos 20 años. Esta red de apoyo llegó a Madrid hace dos años, en dos barrios del distrito de Carabanchel, ahora, quieren llegar a toda la ciudad gracias al apoyo del Ayuntamiento.
La idea de intervención de estas Comunidades plantea tiene tres líneas de actuación. La primera es la atención directa a las personas que se encuentran al final de la vida y a sus familiares, a quienes se les apoya y acompaña.
El método a seguir en estos casos es a través de sesiones y actividades, a nivel tanto individual como colectivo, en las que se trabaja con los dolientes. Ya que lo más importante, y el objetivo en este momento, es que las personas no estén solas.
La seguna vía de actuación es el asesoramiento por parte de profesionales, ya sea desde la atención primara de salud, los centros de día o a través de trabajadores sociales y psicólogos.
Y por último, el ámbito educativo. A través de los centros desarrollan lo que llaman 'la pedagogía de la muerte', con la que intentan acabar con las barreras en cuanto al diálogo de la muerte con los niños a través de charlas, cuentos o el cine.
Una de las figujas clave de estas Comunidades son sus embajadores. Personas que comparten su experiencia e intentan ayudar a otros a resolver sus duelos. Es el caso de Cristina Casanova una enfermera de Carabanchel, que demuestra que la muerte "también deja un aprendizaje para la vida".
Una idea que comparte y quiere transmitir Elisa Lillo, responsabe del proyecto en Madrid. "La muerte, aunque se natural, la queremos ocultar". Aunque sea algo inevitable, y que forme parte de la vida para todos, debemos afrontarla y la mejor forma, asegura, es hablando de ella "cuanto más se hable más preparados estaremos cuando llegue como parte de nuestras vidas y para ayudar a los demás".
Lo que no quiere decir que el dolor o la tristeza por una pérdida desaparezca. "Sientes un vacío enorme, que se va haciendo más pequeño, pero siempre queda un hueco", contaba Soledad, una de estas personas dolientes que ha acudido a la Comunidad durante un duelo.
Porque lo más importante en estas 'Comunidades Compasivas' es "que las personas se vayan en paz y que las personas cercanas encaren el duelo", remarca Elisa, pero también, que la muerte deje de ser silenciosa y que aprendamos a saber comportarnos ante la única certeza de nuestrass vidas.