Tomas Gutiérrez: 'Tenemos una enorme ilusión por volver'

Madrid

La historia de Pancipelaoparece la historia del Guadiana, que aparece y desaparece. El restaurante abrió en junio, justo después del confinamiento de la primavera 2020. Fue la manera de Tomás Gutiérrez de homenajear a Vallecas, distrito en el que se abrió paso en 1970. Allí llegó a los 19 años y trabajó duramente de camarero. En 2007 regentaba 16 locales en Madrid y ahora es dueño de La Clave en pleno distrito de Salamanca, además de Pancipelao.

Tomas Gutierrez dió trabajo a diez empleados en Pancipelao. El verano fue de maravilla. La terraza tiró del carro y permitió que se hicieran unas obras necesarias para acoplarse a la ‘nueva normalidad’. 120.000 euros fue el presupuesto. Pero lo peor estaba aún por llegar. A principios de octubre dos empleados dieron positivo en la prueba de Coronavirus. De nuevo el cierre. Quince días de cuarentena y a esperar que nadie más cayera. Afortunadamente, y según nos cuenta, ninguno de los clientes resultó infectado.

Por cierto como reza en la página web del restaurante : En Cádiz se llamaba pancipelaos a las personas humildes que se adentraban a las fincas de los ricos por debajo de las vallas a robarles. Tenían la panza pelada de arrastrarse.

Pancipelao rinde homenaje al origen humilde de su propietario Tomás Gutiérrez, un gaditano de Bornos que llegó a Vallecas hace 50 años.