FOTOGALERÍA | El 'aplauso de las ocho' de un médico de Osakidetza, a través de ilustraciones

La limpieza de los espacios públicos fue esencial para evitar la propagación del virus.

Las gasolineras permanecieron abiertas durante todo el confinamiento.

Los pequeños comercios hicieron un gran esfuerzo por seguir ofreciendo el mejor producto.

Las farmacias fueron otro servicio que no paró durante el confinamiento.

Los bomberos y diferentes cuerpos de seguridad en su labor de servicio público.

Los medios de comunicación fueron más que nunca un servicio público, en especial la radio, como medio para informar, entretener y hacer compañía.

La enseñanza escolar tuvo que adaptarse a nuevas metodologías para enseñar y educar a través de una pantalla.

Las actividades diarias se tuvieron que adaptar a la vivienda de cada uno.

En el libro, también se recogen otras viñetas de humor blanco.

La llamada 'nueva normalidad' y cómo borra parte del rostro en las personas.

Una trabajadora sanitaria con los EPI.

El propio Iñaki Gutiérrez en una viñeta reflexionando.

Portada del libro.

Portada trasera del libro.