"Estamos muy mal. Entendemos las medidas pero necesitamos ayudas directas ya"

Estamos "sobremuriendo", dice David de Sande, del Puerta Grande. Es el sentir de los profesionales de la hostelería en Vitoria que han recibido como un jarro de agua fría el segundo cierre de los establecimientos. Lo veían venir pero la esperanza era que las medidas se quedaran en restricciones más estrictas y no en un cierre total, explica Patricia García, gerente de Gasteiz On.

Quienes han podido abrir y sobrellevar la situación tras el confinamiento ven con mucha inquietud lo que pueda pasar a partir de ahora. Se ha incrementado el miedo, la angustia, dice Patricia García. Entienden las medidas para controlar la pandemia pero exigen ayudas directas y efectivas. Que las instituciones traten a la hostelería con el rasero, por ejemplo, de sectores como la banca que fue rescatada con cifras multimillonarias. Lo pide así Jesús Arrieta, de La despensa del Zabala.

La inminente clausura de los locales hosteleros ha pillado a muchos con la despensa llena y se preguntan qué van a hacer con todo ese estocaje de productos que no van a poder vender. Es el caso de Laura Marcos, del Circular, en Salburua. Planeaban, además, inaugurar un nuevo establecimiento hostelero a fin de mes pero el proyecto se quedará en espera.

Y sobre la actitud de la ciudadanía, clave en este asunto, de Sande asegura que la mayoría de la clientela tiene una actitud responsable pero hay un porcentaje de personas con las que la pelea ha sido continua. Quizá -dice- nos ha venido un poco grande a todos esta situación. Aún así -sentencia- no nos vamos a rendir.

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