"Annus horribilis"

Vigo

Óscar García cumple su primer año en el Celta amenazado por la sombra de la destitución. El de Sabadell llegaba a Vigo hace exactamente un año para sustituir a Fran Escribá y se convertía en el quinto entrenador que recalaba en el Celta en apenas dos temporadas. La situación se antojaba diferente a lo que estamos viviendo en la realidad. Óscar había sido objeto de deseo, hasta en tres ocasiones había salido su nombre en los diferentes mercados, pero como señalaba en su rueda de prensa de presentación "en esta ocasión se han dado los condicioantes necesarios". Óscar fue el elegido del presidente Carlos Mouriño que esperaba que le diese al Celta un aire nuevo. Vino con un objetivo claro, el de conseguir la permanencia y se cumplió. Pero hubo que esperar a la última jornada y rezar incluso en los instantes finales de la jornada. Fue el Leganés el que impidió que los vigueses estuvieran en Segunda pero por lo visto en el campo a nadie le hubiera sorprendido que se consumase el descenso.

Empezó una temporada nueva, con proyecto de cero como era deseo del entrenador pero sin los resultados deseados. El Celta sigue sin tener identidad y no hemos podido ver a ese equipo "protagonista" que quiere Óscar. Los números están ahí. El de Sabadell ha dirigido a los vigueses en 34 partidos de Liga en los que solo ha conseguido 6 victorias, suma 16 empates y 11 derrotas.

En los últimos 5 partidos solo ha sido capaz de sumar 1 punto "in extremis" ante el Levante, es el equipo que menos marca y el más goleado y ahora, en medio de una tormenta de problemas extra deportivos (le ha quitado la capitanía a Hugo Mallo, el mercado de fichajes le ha supuesto un enfrentamiento con la dirección deportiva...) se juega su futuro en el partido de este viernes ante el Elche.

No es un año perfecto ni mucho menos pero Óscar García se ve con fuerzas para revertir la situación.