Confinar políticos

Asturias

Con el país al borde del caos, con autonomías confinadas y la amenaza del toque de queda, con la economía en estado de shock y con la población harta ya de estar harta, nuestros políticos siguen ajenos a todo, enfrascados en sus luchas internas, en el postureo debatiendo asuntos que, sinceramente, en estos momentos, me parecen intrascendentes. No les basta con que España figure en cabeza de los rankings de infectados y fallecidos ni con tener la economía hecha unos zorros. El debate de la Corona, la moción de censura de Vox, la renovación del Consejo General del Poder Judicial, la incapacidad de alcanzar un acuerdo para los Presupuestos, hasta la nauseabunda operación kitchen han desnudado todas sus carencias profesionales y personales.

Ostentan indecorosos liderazgos de unas formaciones cada vez más alejadas de los ciudadanos, que solo parecen vivir a costa de alimentar la crispación. Da igual que se trate de la gestión de la pandemia o de cualquier otro asunto. El caso es crispar hasta niveles insoportables que lo único que favorece es el desprestigio de las instituciones y del país.

Europa no deja de enviarnos señales alertando de que ese no es el camino y de que peligran incluso las ayudas que nos deben servir para levantar cabeza. No quiero pensar qué pasaría si de la amenaza se pasa a los hechos y quedamos sin los fondos, cautivos y desarmados al amparo de estos políticos incapaces de llegar a un mínimo acuerdo.

Sigamos hablando del tiempo, del tráfico, del fútbol, de conciertos... pan y circo mientras enzarzados en polémicas estériles nos vamos al garete. Y menos mal que Asturias es, en este lodazal, un balneario, con un gobierno que lucha por frenar el virus sin atacar a los otros partidos, buscando consensos, como el de pedir posturas comunes para todas las autonomías. Espero que el lógico empeño de Adrián Barbón porque se implanten medidas iguales para todos se consiga y comencemos a funcionar y a combatir el virus juntos, como un país, que al fin y al cabo es lo que somos, por mucho que les pese a los que viven de dividir y solo se sienten patriotas a la hora de pedir ayudas y prevendas.