Condenas unánimes por los incidentes entre ultras en el Pego - Gandia de Preferente
El CF Gandia se desmarca ahora de la presencia del grupo ultra al que cobija desde hace más de una década
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Ultras del CF Gandia en la entrada del Cervantes / Twitter
![Ultras del CF Gandia en la entrada del Cervantes](https://cadenaser.com/resizer/v2/EOUQGTNC3NO27HQWAVUSUSMCHE.jpg?auth=14ffde0b2fe91d7eb8427b6cb83ad52ee18d7b4b0058e317d48eff5c0b4be1ac)
Pego
Ha tenido que ocurrir un incidente de gravedad para que el CF Gandia y la sociedad en general se percatara de que en los partidos del Guillermo Olagüe, y por extensión en los que el conjunto blanquiazul juega fuera de casa, actúa un reducido grupo de ultra derecha que emplea, sin ningún rubor, simbología nazi y cánticos ofensivos al rival sin que hasta la fecha nadie en el club hubiera tomado cartas en el asunto.
Ahora sí, y tras el escándalo de Pego, en el que sus bravatas previas al partido despertaron el interés de grupos de ultra izquierda de la zona, el club parece decidido a "tomar medidas", a pesar de que los ultras actúan libremente desde hace más de una década sin que nadie les llame al orden. No lo hizo la directiva para reprender a sus chicos cuando insultaran con grito y pancarta en el último derbi ante la UE Gandia a jugadores, directivos y entrenador del equipo rival, ni siquiera para desautorizar a un vicepresidente miembro del grupo que llamó "escoria" a su rival en un tuit. Tampoco hicieron nada cuando, incumpliendo con total impunidad la Ley del Deporte, el grupo en cuestión quema bengalas en los entrenamientos de los viernes y en los partidos, y peor aún, cuando en sus banderas lucen un escudo skin head expresamente prohibido por dicha ley.
Con la bochornosa escena de Pego, parece que por fin queda en evidencia lo que a todas luces era una exhibición macabra de extremismo, amparada en el amor a unos colores, los blanquiazules, a los que mancillan cada vez que sitúan el escudo del Olagüe a la altura de una esvástica.