Quizás no sean humanos
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Comentario Marisol Delgado 19.10.20
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Asturias
Vivimos tiempos de continua disonancia cognitiva, ya saben, esa forma de autoengaño que utilizamos para disminuir el conflicto de nuestras propias incoherencias, defendiendo lo indefendible para justificar nuestros actos y aceptando la mentira como una absoluta verdad.
Este mismo fenómeno de disonancia cognitiva que, por ejemplo, ha llevado a M. Rajoy a considerar la dura y firme sentencia judicial contra la corrupción de su partido como una reparación moral, seguro que estuvo presente en muchas mentes en el momento del discurso de Dani Rodrik en los premios Princesa de Asturias.
Este mundialmente reconocido economista dejó meridianamente claro cómo la pandemia ha puesto de manifiesto que el modelo de globalización vigente en las últimas décadas prioriza los motivos económicos, dejando de lado, entre otras cosas, la importantísima y, también premiada, salud pública.
Para rematar, va el propio Rey y reconoce en su discurso los medios insuficientes con los que los profesionales sanitarios tuvieron que trabajar.
Estoy convencida de que, en algún momento, tuvo que ser visible ese conflicto interior de mucha de la gente de la política y de las finanzas, allí presentes, cómplices del latrocinio al que este modelo de globalización ha sometido a la sanidad de todos y de todas. No sé, tuvo que verse alguna nube de humo sobre sus cabezas o algo...
Pero no he encontrado nada en los medios, si acaso todo lujo de detalles sobre los atuendos de la reina, la emérita, la princesa, la infanta y demás invitadas.
Pero de disonancias, nada de nada...