Paraíso
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Comentario Chema Caso 14.10.20
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Asturias
Con la interacción, ese maná del aprendizaje y el desarrollo, en suspenso, y Conchita Velasco dándole una vuelta si acaso más al ridículo, la prensa de Madrid, donde políticamente lo dialógico está muerto, repasa que el paraíso somos menos o no es para tanto. A no ser que cuando hablen de paraíso se refieran al lugar que ocupamos los espectadores de general en los teatros. Y ya que vuelve relata también, aunque no explica, lo que nadie es capaz de descifrar: qué causa, motivo o función animó la decisión de retrasar el comienzo del curso.
Entretanto, fui a ver la última de Woody Allen, tan duramente censurada por la crítica y, sin embargo, buen cine sobre el cine, mal que le pese a quien le pese, y rodado, tan bien rodado, en San Sebastián. Hubo un tiempo en que Woody Allen, que fue como de casa, filmó en este paraíso que construía entonces el hospital que permitió, junto con el refuerzo del sistema público de Salud en los Gobiernos de Javier Fernández, aplausos retrospectivos pues para él, enfrentar la pandemia.
Sin los otros, aquellos que dirigieron o escribieron los guiones que permiten pasar el cepo alucinado del ridículo a una o vanagloriarse de la epopeya a los siguientes, los de ahora, nada somos frente al virus del escamoteo y la usurpación aplaudiendo o pataleando desde el paraíso.