Los comedores sociales se debaten entre la urgencia asistencial y la falta de fondos

Málaga

La pandemia se ha llevado por delante no sólo la salud, costumbres y hábitos de muchos. El tsunami ha arrastrado la economía de familias enteras. Ha acabado con miles de empleos. Y testigos directos de las consecuencias más duras de esta corona crisis son los voluntarios y responsables de los comedores sociales.

Cada día atienden a más de 6.300 familias en la provincia de Málaga a las que ponen un plato de comida en la mesa, dan víveres o prestan dinero para que puedan encender la luz o la cocina no se quede sin gas. La demanda se ha disparado un 22 por ciento respecto a las cifras anteriores a marzo. Y con este panorama, sin embargo, han visto como la subvención de la Junta de Andalucía a los comedores sociales ha bajado más de un 75 por ciento. Prácticamente hay 500.000 euros menos a repartir entre los diez comedores sociales.

Tal es la situación que estas entidades benéficas se han unido en la Plataforma por la Garantía Alimentaria de Málaga para reclamar más ayudas a los más necesitados. Con estos recortes, afirman, difícilmente podrán seguir prestando el servicio y atender a las miles de personas necesitadas en Málaga y, además, tendrán que despedir a buena parte de los trabajadores que ocupan en las más diversas tareas de atención.

En el comedor Santo Domingo en la capital malagueña se reparten cada día 450 desayunos, almuerzos y cenas. Las atenciones se han incrementado entre un 25 y un 30 por ciento respecto al año pasado. Ya puedes escucharlo.

El menú de este jueves consiste en puchero, tortilla de patatas y tempura de verduras.

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Un total de treinta voluntarios y trabajadores ataviados con mascarillas y guantes atienden a quienes esperan

Incluso en los peores momentos de la pandemia el comedor  Santo Domingo continuó con sus programas de alimentación, intervención social y apoyo psicológico.

Y como decimos, la pandemia se ha llevado mucho por delante. La ola arrastró primero a aquellos que estaban al borde de la exclusión social, después a quienes desde algo más lejos observaban la llegada del tsunami que también ha llevado a situaciones de exclusión a quienes pensaron que nunca les pasaría a ellos.