Saúl García busca en el Sporting la "estabilidad" que le ha faltado a su carrera

Gijón

Saúl García está harto de hacer las maletas. Desde que salió de su Cantabria natal, no ha parado de moverse. La Coruña, Tenerife, Girona, Mallorca, Soria, Vitoria y Vallecas. Ahora Gijón, donde espera encontrar la "estabilidad" de la que no ha disfrutado durante una carrera marcada además por un complicado proceso judicial, que le llevó a tener embargado su sueldo como jugador del Deportivo de La Coruña, por un caso de duplicidad de contrato por el que acabó condenado su representante, el asturiano Eugenio Botas.

El segundo y quizás último fichaje del Sporting en este mercado ha sufrido momentos convulsos. Siendo jugador del Racing de Santander, el Real Valladolid se fijó en él y le firmó un precontrato para hacerse con sus servicios cuando quedara libre. Pero antes de que esto último sucediera, el Deportivo de La Coruña le fichó mediante un traspaso. El jugador entendía que "deportivamente es legal, pero judicialmente determinaron que no". El Valladolid acudió a los tribunales, que condenaron al jugador a indeminzar al club pucelano con 1 millón de euros. Durante meses buena parte del sueldo del futbolista fue embargado para compensar al club pucelano, hasta que en 2019 se condenó a Eugenio Botas como responsable de esa situación. Saúl García reconoce que esa experiencia le marcó, y no solo futbolísticamente. "Confío menos en la gente", afirmaba hace meses en una comparecencia pública.

Después de múltiples cesiones, Saúl por fin pudo sentirse jugador deportivista en la temporada 2018/2019. Disputó 20 partidos de Liga con el cuadro blanquiazul, que estuvo cerca de ascender a Primera División. Mostró públicamente su voluntad de seguir en el Dépor, aunque su renovación quedó en el aire hasta que se conociera la categoría en la que militaría el equipo. Finalmente el Deportivo no subió y el cántabro puso rumbo a Vitoria. El Alavés, por ahora, no ha contado con él: la temporada pasada lo cedió al Rayo Vallecano, donde no destacó. Ahora intentará hacerlo en Gijón.

En su presentación como jugador del Sporting ha insistido en que llega "a un gran club, un histórico", que su puesto natural es el de lateral izquierdo, pero que "en ocasiones he jugado más adelantado" y que confía en aportar "profundidad por la banda". Minutos antes del acto, recibió una llamada: la del portero Alberto García, exjugador del Sporting y compañero de Saúl la campaña pasada en el Rayo. "Es una persona espectacular que me habla maravillas de este club. Me dice que voy a disfrutar mucho aquí", revelaba el nuevo futbolista rojiblanco, que si todo va bien y el Sporting sube a Primera División se quedará, por contrato. Por una vez, el futuro de Saúl García podría ser estable.