Oviedo en Gijón

Asturias

En un extremo de la plaza Seis de Agosto en Gijón, celebré el Día de América en Asturias de Oviedo. Ya casi ni me acordaba de aquellos tiempos en el caserón de San Vicente, presidido por el Feijoo exterior y con Clarín interior en el primer descansillo, que los malos estudiantes visitábamos necesariamente en septiembre. Siempre caía alguna el 19 y por la tarde.

La peste esta del siglo XXI que barrió el desfile mateíno no me impidió rememorar sin embargo las enseñanzas de uno de mis múltiples antidirectores describiendo el de otros años, ahora que cumple 70 y sin público. "Había un gentío enorme", enunció expresivo aquel hombre incitando y colocando de paso el titular a sus dirigidos. Gentío ingente de otro tiempo que vi este sábado último en dos fotografías del festejo por el paseo Grande, siguiendo a don Leopoldo, y su prolongación hasta la estación del Norte, en el cartel de un mupi que cubría las o descansaba en las espaldas de la estatua de Jovino en Gijón.

Unas majorettes por una calle Uría todavía con el cine Aramo, Botas, Navarro y Cortefiel, en una, parejas en Vespa, en la intersección de la calle Independencia cuando toma el nombre de Melquiades Álvarez, en otra. Y ahí mirando el Día de América en Asturias en mitad de Gijón pensé en aquel otro Oviedo que un buen día le levantó a Jovellanos el primer monumento público a un particular en España. Aún lo mantienen, en una esquina de Las Pelayas, se ve desde el Cundo, a tiro de piedra de la plaza Feijoo.