"La vida es el mejor baile al que nos han invitado. De nosotros depende bailar o quedarnos sentados"
Este ha sido el bonito mensaje que nos ha dejado Pilar Cearra en Hoy por hoy
Murcia
Pilar Cearra es una enamorada del baile y la danza. Su mayor ilusión era poder dar una clase de flamenco junto a su nieta Sofía, de tan solo tres años. Si en una situación normal; lejos de la pandemia que vivimos, hubiese resultado difícil, con la que tenemos encima mucho peor. Pero ni con esas Pilar desistió en su intento por conseguir ese deseo. Y para ello contaba con la mejor alidada, Bárbara Rodríguez, responsable de una escuela de danza.
Gracias a Bárbara, esta abuela de Molina de Segura, de 62 años, y residente en La Alcayna, dejó de soñar con ese día en el que abuela y nieta pudieran disfrutar y aprender juntas en una misma clase, para hacerlo realidad.
En Hoy por hoy hemos hablado con Pilar y Bárbara, quienes nos han contado cómo surgió todo y cómo vivieron esa experiencia. Una clase de baile para muchos sin otro particular, pero para las protagonistas de esta historia una hora inolvidable en su vida y en su aprendizaje de baile flamenco.
Entrevista / Abuela y nieta en una misma clase de baile flamenco
08:19
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LA HISTORIA AL COMPLETO
La escuela de danza ‘Bárbara y Olé’, situada en La Alcayna (Molina de Segura), que inició su actividad este mes de septiembre tras casi seis meses de cierre obligado por la Covid-19, ha permitido a una abuela y su nieta cumplir un sueño: dar una hora de clase privada de flamenco compartiendo la misma sala en tiempos de pandemia.
Se trata de la vecina de Molina de Segura Pilar Cearra, de 62 años, y su nieta, Sofía Fuentes, de 3 años, que gracias a la profesora de baile y propietaria de la escuela Bárbara Rodríguez disfrutaron de su pasión mutua por el flamenco, manteniendo en todo momento la distancia de seguridad y siguiendo las máximas medidas higiénico-sanitarias.
“Realizamos una clase emotiva y memorable, ya que quizá por primera y quizá por única vez dos alumnas, que se llevan casi seis décadas de diferencia, unieron su pasión por el flamenco en el mismo espacio a pesar de la pandemia” explicó Bárbara Rodríguez.
“Soy una mujer positiva y emprendedora, así que pienso que este virus no podrá detener nuestras ganas de bailar, ya que el cumplimiento de las medidas sanitarias nos permite regalar momentos tan especiales como el que han vivido esta abuela y su nieta”, argumentó. “Por ello, extremaremos las medidas seguridad para aquellas alumnas de más de 60 años”, declaró esta joven emprendedora.
Titulada superior en Pedagogía de la Danza Española por el Conservatorio Superior de Danza “María de Ávila” de Madrid, Bárbara Rodríguez (Molina de Segura, 1989) es premio extraordinario fin de carrera por su trabajo ‘Folklore en el sureste peninsular’. También obtuvo una beca del Ministerio de Educación en 2018 para cursar el Máster de Actividad Física y Salud en la Universidad Internacional de Andalucía. También es técnico superior en Educación Infantil.
Bárbara Rodríguez acredita experiencia como bailarina en la compañía internacional de cruceros ‘Costa Cruceros’ con coreógrafos de prestigio internacional como Elliot Nixon y la británica Karen Bruce. También fue componente de la Compañía Murciana de Danza entre 2008 y 2011. En su trayectoria, se ha formado con maestros de la danza española de la talla de Rosa Ruiz, Óscar Jiménez, Raquel Alarcón, Luis Ortega o Elvira Andrés, entre otros.
Protocolo de entrada y salida
En este período, la escuela ‘Bárbara y Olé’ ha diseñado un plan para organizar el espacio de la sala y el alumnado, así como las medidas higiénicas y protocolos antes posibles casos de Covid-19. En concreto, ha estructurado un plan de entrada y salida de la escuela, en donde solo accederán a la sala de danza los alumnos, una vez que se haya desinfectado el calzado.
Posteriormente, se tomará la temperatura, y en caso de superar los 37,5º se les denegará el acceso al aula. El calzado de calle se dejará en recepción y se pulverizará con alcohol de 70º las zapatillas de deporte, de ballet o de flamenco, con los que se accederá a la sala.
Como norma general, el uso de la mascarilla es obligatorio para el personal y el alumnado en todos los espacios y en todo momento y deberá mantenerse una distancia de seguridad mínima de 1,5 metros. Se colocará un expendedor automático de gel hidroalcohólico en la entrada de modo que todo el alumnado lo utilice al llegar.