Cae un 40% la venta de vivienda en Aragón pero los precios se mantienen
La pandemia ha cambiado los intereses de los compradores, que buscan pisos más grandes o unifamiliares en el extrarradio con espacios verdes. En los contratos de alquiler se incluyen cláusulas que contemplan exenciones de pago si se repitiera el estado de alarma
Zaragoza
La venta de vivienda en Aragón cae un 40% en el segundo trimestre del año. Asi de tocado deja la pandemia del coronavirus el sector inmobiliario en la comunidad autónoma. De momento, no se ha producido un desplome en los precios.
La declaración del estado de alarma con el cierre de las inmobiliarias dejó a cero las compraventas, que fueron aumentando a partir de junio. Fernando Baena, presidente de la asociacion de agentes inmobiliarios de Aragón, señala que "junio y julio han sido meses bastante activos para poder enseñar viviendas, en cuanto a segunda mano y usadas". Además, "el mercado de obra nueva también se ha mostrado en estos meses algo activo".
De hecho, desde entonces, las búsquedas y los intereses de los futuros compradores también han cambiado.
"Se buscan pisos más grandes de los que hasta ahora se buscaban, donde tengamos esa habitación de más para poder teletrabajar o que los hijos tengan un espacio para el estudio; pisos con terraza e, incluso, la vuelta al área metropolitana, que son chalés con espacios verdes y zonas comunes", explica Baena. Mucho más activo está el Pirineo que ha registrado un verano con buenas ventas.
En cuanto a los precios, a pesar de la crisis, siguen estables. "No habíamos subido los precios como en otras comunidades, donde estamos un 30 - 35% por debajo de media que llegan a alcanzar en 2008 - 2009", apunta Baena.
Cláusulas covid
Estable también el mercado de alquiler, aún a pesar de que ha habido menos traslados laborales. Los nuevos contratos ya incluyen las denominadas cláusulas covid, "que suele estar basada en que si volviera a haber un estado de alarma o confinamiento, se podría atenuar y bajar la renta, en algunos casos del 50% y en otros casos el arrendador exonera el pago durante el estado de alarma".
Por ejemplo, "pensemos en los estudiantes, que tengan que volverse a sus lugares de residencia puesto que la universidad no funcione o un local que tiene que permanecer cerrado".