¡¡¡Pida cita previa!!!
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Comentario Ana Castaño 18.09.20
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Asturias
El cerrojazo, permítanme calificarlo así, de una parte de los servicios y equipamientos de las distintas administraciones públicas es una mas de las consecuencias de la pandemia. Oficinas cerradas, edificios blindados y medidas de seguridad mucho más estrictas de las que se han implantado en otros sectores.
Si han tenido que realizar algún trámite administrativo, saben de qué les hablo. Por ejemplo, las oficinas de la Seguridad Social cerradas el día en que se iniciaba el plazo para la solicitud del Ingreso Mínimo Vital y, aún hoy, sigue siendo muy difícil acceder a ellas; en nuestro Ayuntamiento ( recuerdan que la local se presenta como la administración más cercana) obligación de solicitar cita previa ¡hasta para acudir a una biblioteca! y dificultades -como ponían de manifiesto las entidades culturales con sede en la Escuela de Comercio- para realizar actividades en los centros municipales. Un edificio, la Escuela de Comercio, que cuenta con un salón de actos con capacidad para 123 personas pero en el que solo se permite el acceso a 20.
Entiendo que se debe proteger a las personas que acuden a los servicios públicos y, también, a las que trabajan en ellos. Comparto la obligación de seguir las medias y recomendaciones de las autoridades sanitarias. Admito que muchos trámites administrativos se pueden realizar de modo telemático y comprendo que fue preciso tomar decisiones frente a una situación hasta entonces desconocida.
Pero ya ha trascurrido tiempo suficiente para prepararse. Creo que se puede actuar con cautela –el virus no desaparece y parece que tendremos que convivir "razonablemente" con él- y al mismo tiempo mostrar mayor empatía hacia las personas usuarias de los servicios. Ante sus necesidades, problemas y dificultades.
Tenemos derecho, siempre, pero aún más en este momento, a contar con una administración publica cercana y eficiente, con personal directivo capaz de asumir su responsabilidad y con empleados/as comprometidos con su trabajo.
Estos tiempos tan raros, no pueden servir de excusa para que dejemos de ser tratados como ciudadanos y nos volvamos a convertir en meros administrados.