Pablo Sánchez, nuevo entrenador del Bàsquet Sant Antoni
Da el salto al primer equipo tras coordinar el trabajo en las categorías inferiores
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Sánchez dando instrucciones en un partido / Bàsquet Sant Antoni
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Sant Antoni de Portmany
Pablo Sánchez será el nuevo entrenador del Bàsquet Sant Antoni en la nueva temporada en la que el conjunto de la Villa de Portmany ha dado el salto a la liga EBA.
La directiva destaca que Sánchezz,, coordinador de cantera en el club portmanyí desde hace temporada y media, está preparado para asumir el reto de manejar la pizarra del equipo en categoría nacional. “Tiene una formación muy amplia”, dice Jordi Grimau.
El director deportivo de los sanantonienses también valora los “muchos recursos teóricos, el interés y las ganas de trabajar” de Sánchez. Grimau se ha pasado el verano buscando un perfil muy concreto para conformar la tripulación del Bàsquet Sant Antoni. “Queremos sumar gente hambrienta a nuestro proyecto”, explica. Y Sánchez encaja en el molde, como detalla Grimau: “Pablo valora perfectamente la oportunidad que se le está dando y es hombre de club. Me parecía un perfil interesante para crecer aplicando lo que queremos transmitir aquí”.
Hasta los doce jugaba a tenis y no había tocado un balón naranja. Fue el interés de sus amigos por el básquet lo que le llevó a dejar de golpear la raqueta y apuntar al aro. “A los dieciséis lo dejé y, como muchos jugadores frustrados, me pasé al banquillo. Empecé con equipos de barrio, amateurs, y de ahí salté al Caja San Fernando”, cuenta Pablo Sánchez. En el Baloncesto Sevilla –hoy convertido en Real Betis Baloncesto– fue a parar directamente al cuerpo técnico del equipo júnior que jugaba en Liga EBA: “Hacía de tercer entrenador delegado, estaba para todo lo que hiciera falta”. Allí coincidió una generación muy buena. Porzingis, Balvin, Burjanadze o Radicevic eran parte de aquella plantilla. “Me empapé de la cultura de trabajo que hay en la élite. Entrenábamos cinco días por semana y jugábamos dos partidos entre el sábado y el domingo. Había muchos extranjeros. La mitad eran internacionales con sus países: Georgia, Letonia, República Checa… Y los de Sevilla eran realmente buenos también. Ganamos el grupo andaluz”.
Ahora le llega al andaluz la oportunidad de demostrar los conocimientos adquiridos en una competición tan dura como la Liga EBA. “Es un gran paso en mi objetivo de asentarme en el baloncesto profesional como entrenador”, dice. A sus órdenes tendrá un plantel “con jugadores de mucho nivel”, algo imprescindible para seguir aprendiendo y mejorando: “Da igual dónde hayas estado o la edad que tengas, siempre puedes aprender de la plantilla que entrenas. Será una relación de feedback continuo. Los entrenadores ponemos el modelo de trabajo, pero los jugadores ponen el espectáculo. Este juego es de ellos. Espero aportarles la frescura y la ilusión de mi juventud. Queremos hacer algo bonito y se puede construir un proyecto sólido disfrutando del proceso”. La pretemporada servirá para encajar las piezas de un puzzle con muy buena pinta.